La Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB) ha exigido cambiar el modelo de belleza femenino actual. En el Día Internacional de la Mujer recuerdan que la presión social sobre el sexo femenino por su aspecto es un factor de riesgo para desarrollar y mantener trastornos de la conducta alimentaria.
Desde la asociación critican el modelo “excesivamente delgado” del canon de belleza actual. Por ello, apuestan por un modelo que fomente la salud y respete la diversidad corporal. En el 97% de los casos atendidos por ACAB la persona afectada por un Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) es una mejor. Estos trastornos son la tercera enfermedad crónica entre la población femenina adolescente de las sociedades desarrolladas y occidentadas.
La mujer lleva la carga de la enfermedad
Por otro lado, la entidad ha detectado que cuando en la familia hay una persona con un TCA, es la mujer la que lleva la carga de la enfermedad y la que tiene que adaptar su vida para atender sus necesidades. De hecho, un 87% de las consultas que reciben sobre trastornos alimentarios las hacen las madres, y solo un 13% provienen del padre.
Una vez la persona inicia el tratamiento, es la mujer quien la acompaña en el proceso. En un 99% de los casos es la madre la que se encarga de aplicar las pautas indicadas por el equipo terapéutico para tratar el trastorno alimentario de sus hijos. Y un 58% ha tenido que renunciar a su vida laboral o adaptarla para poder hacer frente a la enfermedad de su hijo.