Estalla un caso de corrupción en la gestora pública de aguas Cuadll
Un juzgado de El Prat de Llobregat ordena abrir diligencias contra Jordi Codina Roig, exsecretario general y exsecretario de la junta de gobierno de la firma pública del Delta del Llobregat
8 febrero, 2022 13:55Escándalo en la gestión de la Comunitat d’Usuaris d’Aigües del Delta del Llobregat (Cuadll). Mossos d’Esquadra han abierto una investigación a petición del Juzgado de Instrucción número 5 del Prat de Llobregat (Barcelona) por un posible desvío de fondos en la gestora de aguas de derecho público por parte de su exsecretario general y exsecretario de la junta de gobierno, Jordi Codina Roig.
La policía autonómica considera que Codina hizo un uso personal e ilegítimo de los fondos del Cuadll como mínimo desde 2010. Esto se tradujo en un grave perjuicio para la comunidad de usuarios de la gestora adscrita al ACA, especialmente por el elevado importe del desvío. Existen indicios de que el investigado cobró, bajo una apariencia “legal y justa”, un supuesto servicio prestado por su bufete de abogados a la entidad pública que nunca devolvió. Además, se pone en duda la existencia real del servicio.
Una cuenta con 520.040,98 euros
El informe del cuerpo de seguridad catalán, al que ha tenido acceso Crónica Global, recoge que, a finales de 2015, los miembros de la junta del gobierno de la comunidad detectaron deficiencias y una falta de transparencia por parte del ahora investigado. La junta solicitó entonces una auditoría externa. Este hecho hizo aflorar una cuenta bancaria utilizada por Codina mientras ocupaba el cargo de secretario general de la entidad pública con 520.040,98 euros en ella.
¿Cuál era el fin de este depósito? Según la investigación policial, el ejecutivo lo usó "como contrapartida contable de operaciones de desvíos de fondos de las cuentas bancarias de la Cuadll”. Cuando Codina se enteró de que la junta había solicitado una auditoría externa de las cuentas de la empresa, decidió devolver el dinero. El 30 de septiembre de 2016, fecha en la que tuvo lugar la fiscalización de las cuentas de explotación de la gestora de agua pública, el saldo en esta cuenta era de 0,00 euros, tal y como concluyen Mossos en su investigación.
Una factura de 78.973 euros
Tanto la existencia de dicha cuenta como las operaciones registradas evidencian un desvío de fondos por parte de Codina. Los agentes encargados de las pesquisas reflejan que el investigado realizó varias maniobras extrañas cuando fue consciente de que se iba a fiscalizar la contabilidad de Cuadll e iban a aflorar sus prácticas presuntamente ilícitas al frente de la misma. Primero, para evitar su destitución como secretario general de la empresa pública, y, después, para ganar tiempo ante una auditoría externa que auguraba inminente y que sacaban a la luz sus presuntas irregularidades. Mientras tanto, el ejecutivo intentó devolver todo el dinero que había desviado durante cinco años a sus bolsillos particulares para evitar responsabilidades judiciales, tal y como sospechan los investigadores.
Antes de ser suspendido de forma definitiva de su cargo, Codina emitió una factura a la entidad pública desde su despacho de abogados, J Codina Servicios Jurídicos. El importe de la misma alcanzó los 78.973 euros. “Existen hechos y circunstancias que ponen claramente de manifiesto que estos supuestos intereses comerciales son un acto de administración desleal por parte del señor Codina, a través del cual obtuvo unos ingresos indebidos”, señala el informe de Mossos.
No devolvió todo el dinero
La investigación efectuada por la policía autonómica concluye que, haciéndose valer de la confianza de los órganos de gobierno de la Cuadll, el ahora investigado “desvió fondos de forma recurrente en perjuicio de la entidad y en beneficio propio”. Solo cuando se sintió amenazado ante la posibilidad de que una auditora externa descubriera estos supuestos hechos delictivos decidió devolver el dinero.
Sin embargo, el ahora investigado logró ganar tiempo y consiguió que la fiscalización de la economía de la empresa pública se realizara el 30 de septiembre de 2016. Esta ficha es bastante más tarde de lo programado de forma inicial, ya que se pensaba poner la lupa en la cuenta de explotación de la empresa el 31 de diciembre de 2015. Codina contó, de esta forma, con nueve meses de margen para intentar ocultar las operaciones que había realizado e intentar devolver todos los fondos distraídos de la caja de la gestora de agua.
Última factura irregular
Con todo, el ejecutivo siguió lucrándose de la entidad y cobró los 78.873,77 euros en concepto de un servicio jurídico que los Mossos consideran “injustificado”. Los investigadores remarcan que esta operación no se efectuó desde la cuenta que había aflorado con la auditoría externa, sino que se tramitó desde otro depósito bancario destinado al pago de proveedores de Cuadll. Una operación que, según las pesquisas iniciales, buscaba dar la imagen de que Codina había devuelto la totalidad del dinero que había percibido de forma presuntamente ilícita de la empresa pública pero, a la vez, mantener sus ingresos extraordinarios percibidos en forma de mordida de la compañía. Una mordida que él mismo gestionaba gracias a sus responsabilidades en la firma.
Las pesquisas que están en manos del juez afirman que el ejecutivo se quedó, como mínimo, con los 78.873,77 euros y no demostró qué servicios habría pestrado que justificaran el cobro de la factura. Hechos que, en el caso de ser probados, implica que los gestores de Cuadll habrían cometido varios delitos vinculados con la corrupción.
A preguntas de este medio, Cuadll ha preferido no hacer ningún tipo de declaración al respecto ante el escándalo sobre la gestión que ha tenido lugar en la empresa pública. El caso está judicializado y la investigación sigue su curso.