El fiscal pide hasta cuatro años de cárcel para el principal acusado de un tiroteo en la discoteca Pachá Barcelona en 2018. El ministerio público solicita la pena de reclusión para el ciudadano neerlandés, el presunto autor de los disparos, y para sus coacusados. Uno de ellos huyó y fue detenido con éxtasis.
Según el escrito de calificación fiscal de petición de apertura del juicio oral, el fiscal cree acreditado que el autor de los balazos contra el club nocturno barcelonés cometió dos delitos de amenazas y tenencia ilícita de armas. Para otros dos acusados, la fiscalía solicita un año de prisión por encubrimiento y hasta cuatro años y seis meses por un tipo penal de encubrimiento y un delito contra la salud pública por el MDMA intervenido.
Una pelea originó el tiroteo
Según el documento público, que nutrirá el juicio en la Audiencia Provincial, los hechos del 1 de febrero de 2018 en Pachá Barcelona ocurrieron poco antes de las cinco de la madrugada en una zona VIP de la discoteca del Frente Marítimo. En aquella zona se encontraban el principal acusado y sus presuntos cómplices hasta que se enzarzaron en una pelea con otros clientes.
La seguridad del local los expulsó por su vandalismo, y estos trataron de entrar de nuevo. Tres controladores de acceso se lo impidieron. En ese momento, se cree que el sospechoso sacó un arma de fuego y realizó seis disparos al aire, aunque ninguno impactó en los vigilantes. Los profesionales, al verse bajo una lluvia de balas, salieron corriendo hacia dentro del local.
Desaparece el arma
Después, el supuesto autor, que fue arrestado junto a otras cinco personas, pasó el arma a otra, que la enfundó en una bandolera, aunque la acabó tirando. La pistola tipo Luger jamás fue encontrada por los cuerpos policiales. De hecho, la policía busca aún a uno de los coautores del incidente. Está en paradero desconocido.
La fuerza pública sí dio con seis casquetes que correspondían al arma utilizada para amedrentar a los porteros de Pachá. Figuran en los procedimientos como prueba.
Detenido con MDMA
Los cuerpos y fuerzas de seguridad sí detuvieron a seis personas, tal y como explicó este medio. Uno de ellos, de hecho, huyó del lugar y fue interceptado por los agentes cuando devolvía un BMW 118d en un rent-a-car de El Prat de Llobregat (Barcelona) al día siguiente, 2 de febrero.
Los efectivos policiales se percataron de que en el maletero del vehículo de alta gama había polvo y pastillas de MDMA. Los arrestados eran turistas que estaban bebiendo en el interior del local cuando comenzó el incidente.
Fecasarm pidió "no criminalizar" al sector
Tras los hechos, la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) lamentó que este tipo de hechos dan la "falsa apariencia de que salir de noche es peligroso”, y pidió no criminalizar a la industria nocturna.
Cabe recordar que esta patronal ha bregado en el pasado por un ocio nocturno seguro, creando incluso sellos de calidad y seguridad para los establecimientos. A este respecto, los locales del Frente Marítimo, como Pachá, Opium y Shoko cuentan con la Triple Excellence in Nightlife, que los certifica como espacios seguros, también contra la violencia machista, además de acústicamente vigilados y protegidos con reanimadores cardíacos, entre otras medidas de protección y salvaguarda.