Los trabajadores del Hospital de Mataró vuelven a estar indignados, esta vez por la noticia de la construcción de un nuevo centro médico privado en el municipio. La semana pasada salió a la luz que el grupo Creu Blanca ha adquirido la antigua sede de Caixa Laietana, ubicada en la localidad, para construir un nuevo equipamiento sanitario privado con una inversión de unos 40 millones de euros.
Ante esta noticia, el sindicato CATAC-STS ha denunciado que hayan “dejado caer” el Hospital de Mataró para “privatizar la asistencia sanitaria pública”. Sostienen que el centro sufre una “infrafinanciación crónica” que llevó a una mala gestión, con unas “sobrecargas laborales muy por encima” de la de otros centros médicos del territorio.
Descongestionará la presión asistencial
El futuro centro médico aspira a ser un hospital universitario que, además, colaborará con entidades públicas para “descongestionar la actual presión asistencial”. Así pues, el sindicato critica que, en lugar de invertir en mejorar la sanidad pública se desvíe dinero a entidades privadas.
En este sentido, lamentan que haber conseguido cinco resoluciones y una moción de todos los grupos políticos del Parlament instando al Govern a solucionar el problema presupuestario y asistencial de Mataró, “no hayan servido ni siquiera para estudiar las necesidades de la población para elaborar un plan funcional que dé al Maresme la capacidad asistencial que corresponde por el número de habitantes”.
Fuga de personal sanitario
Creen que la mala gestión que aseguran que vive el hospital desde hace años, así como la gran carga de trabajo --que genera largas listas de espera-- les ha convertido en un centro sanitario “poco atractivo para los profesionales” en un momento en el que hay mucha oferta de trabajo en otros hospitales con menor carga asistencial y mejores condiciones laborales. Por este motivo, lamentan que se han ido más de 50 médicos desde 2019, así como “un incontable número de enfermeros”.
Así pues, desde CATAC-STS denuncian que no se inviertan fondos en mejorar la capacidad y la calidad asistencial de la sanidad pública del territorio, lo que defienden que haría que no fuera necesario desviar dinero a entidades privadas. Temen, pues, que quieran instaurar en Mataró el modelo de privatización Alzira que se realizó en Valencia, el cual describen como “un fracaso”, pues la Generalitat Valenciana tuvo que rescatar económicamente el proyecto.