El consejero de Salud, Josep Maria Argimon, ha anunciado que a partir del próximo lunes se endurecerá el protocolo de actuación del coronavirus en Cataluña. Desde ese momento, todos los contactos estrechos de los que hayan dado positivo en el virus deberán iniciar una cuarentena a pesar de que estén vacunados. Deberán permanecer aislados durante 10 días incluso los que no tengan ningún síntoma de la enfermedad.
Hasta ahora, los vacunados que hubieren tenido contacto estrecho con un positivo podían seguir con su vida normal. Solo se les obligaba a frenar la actividad social en el caso de que sufrieran alguno de los achaques del Covid como son fiebre, malestar general o pérdida de gusto u olfato. Es decir, si existían indicios claros de que se habían contagiado.
Variante ómnicron
Este cambio responde a la situación epidemiológica de Cataluña. La variante ómicron es mucho más contagiosa, y parece que escapa a algunas vacunas. Hasta ahora era anecdótica en el territorio, pero en los últimos días ya representa el 25% de los nuevos contagios registrados en el área metropolitana y el 20% del total de Cataluña.
El conseller ha confirmado que la nueva variante será mayoritaria en una semana o 10 días y que se prevé que sea la dominante en unas tres semanas.
Presión hospitalaria
La Generalitat ha optado por una decisión prudente, en línea con la demanda de la comunidad médica y científica. Más, a una semana de Navidad. Se quiere evitar que los encuentros familiares de esas fechas propicien un gran número de contagios y la sanidad sufra de nuevo riesgo de colapso. La sexta ola ha eclosionado y el reto actual es el de aliviar una presión hospitalaria en ascenso, pero que, por ahora, está bajo control.
Los pacientes ingresados por coronavirus ascienden al inicio de la jornada a 1.139 (11 más que la víspera). De estos, 287 se encuentran en unidades de cuidados intensivos (ucis). Los médicos alertan de que las previsiones no son favorables y prevén recuperar las cifras de atenciones de la Navidad de 2020.