Sigue siendo un tabú, sigue generando vergüenza y, sin embargo, se trata de forma habitual en los consultorios médicos. Ya hay estudios que indican que una de cada cinco personas pierde el interés por el sexo en alguna etapa de su vida. Pero, más allá de mitos y estereotipos, la falta de deseo sexual no afecta sólo a mujeres, aunque en ellas se vea como algo normal y en ellos como una disfunción.
"Cuando escuchamos hablar sobre la falta de deseo sexual, pérdida de libido o leemos sobre el tema parece que es exclusivo de las mujeres, pero no es así. Es un problema real encubierto con el que nos encontramos en la práctica clínica diaria. Una situación que crea mucha incomodidad, malestar y vergüenza dado que no siempre es reconocida y va en contra del constructo social de la masculinidad y del varón. Hablamos de falta de deseo sexual en general, no de una falta de atracción por su pareja. En resumen, lo podríamos definir como una incapacidad para participar en una relación sexual de forma satisfactoria, presente por lo menos en los últimos seis meses”, explica Pedro M. Paulino Matos, psiquiatra.
Multifactorial
Esta falta de deseo sexual en el hombre puede darse por muchas causas o factores. "Puede ser debido a la edad, factores psicosociales como el estrés, el estilo de vida que llevamos o malos hábitos de sueño, así como enfermedades que alteren las hormonas sexuales masculinas (la testosterona, entre otras) y que pueden ser enfermedades cerebrales, hormonales, de los órganos sexuales masculinos o enfermedades genéticas", detalla el doctor Pep Auguet, urólogo con centro propio en Lleida.
La edad sea, probablemente, uno de los factores más importantes. "Igual que a las mujeres la menopausia les provoca una caída hormonal, los hombres con la edad también experimentan la misma caída, que puede afectar en mayor o menor medida a la esfera sexual. Existe, pues, una andropausia masculina que es real", sostiene el doctor Auguet. "También la obesidad u otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, el aumento de colesterol o la diabetes son factores que pueden afectar al metabolismo de la testosterona y por lo tanto disminuir una falta de libido sexual", añade este reputado urólogo catalán.
Estrés, ansiedad, cansancio...
Más allá de las causas fisiológicas, el Dr. Paulino Matos señala también factores psicológicos como "el estrés, la depresión, la ansiedad, el cansancio físico y mental, los conflictos y el consumo de drogas ilícitas como claros causantes de esta bajada drástica del deseo sexual en hombres. La principal causa suele ser psicológica o social, aunque en general es multifactorial".
Si, como hemos dicho, la causa de este trastorno muchas veces es psicológica, este problema puede influir negativamente en la salud mental de quien lo padece. "Potencialmente, la falta de deseo sexual en hombres puede hacerles sentir frustrados, impotentes, con sentimientos de minusvalía e incomprensión y afectar negativamente a su autoestima, puesto que va en contra del concepto social del rol del varón. Es innegable que existe una presión social sobre los hombres en cuanto a este tema. Además, puede ser disruptivo para una relación de pareja", lamenta este psiquiatra, con consulta privada en Badajoz.
Consultar con un especialista
Cuando se empieza a percibir esta falta de deseo sexual como problema, "mi recomendación es que lo consulte con su Médico de Atención primaria con el objetivo de descartar alguna afección física que lo justifique. Este profesional sabrá si es oportuno derivarle a un especialista, como sería un urólogo. Si éste último no encuentra una causa orgánica que justifique la bajada de la libido, sería aconsejable la valoración de un médico psiquiatra", recomienda Paulino Matos.
"De la misma manera que la obesidad puede tener relación con el metabolismo de la testosterona y, por lo tanto, con el deseo sexual, diferentes estudios demuestran que mejorando nuestro estilo de vida y haciéndolo más saludable con una dieta más equilibrada, y bajando de peso, se da un aumento en la testosterona que puede conllevar un mayor deseo sexual. No es ningún mito que portándonos bien y realizando una vida más saludable nos encontraremos mejor. Tendremos una mejoría en la esfera sexual y posiblemente en el resto de los parámetros de nuestra vida, tanto profesionales como familiares", concluye el urólogo Pep Auguet.