El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha reivindicado la “historia entrelazada” que comparten la Sagrada Familia y la cultura popular de la ciudadanía catalana. Así lo ha expresado durante la ceremonia que se ha celebrado esta mañana en la basílica con motivo de la inauguración de la torre de la Virgen María, cuya misa tendrá lugar esta tarde.

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha acompañado al president durante el acto por la cultura popular, al cual también han acudido el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle; la consellera de Cultura, Natàlia Garriga; y la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi; además de unas 200 personas como público. "Lo que representa la Sagrada Familia para el pueblo de Cataluña y para la ciudad de Barcelona no se entiende sin la participación de su ciudadanía", ha señalado Aragonès.

“Vida y esperanza” con la estrella iluminada

Por su parte, el cardenal Omella ha asegurado que la torre y la estrella iluminada que la coronará desde esta tarde serán el corazón de la Ciudad Condal que unirá a los habitantes para darles “vida y esperanza”. “El mundo no se acaba con la pandemia, el mundo no se acaba con las dificultades, todo continúa", ha defendido, tras lo que ha reivindicado la figura de la Madre de Dios.

Con la inauguración de esta torre modernista, Omella ha opinado que la Sagrada Familia se ha convertido en el centro barcelonés y mundial de este miércoles, ya que “todas las televisiones del mundo han pedido estar aquí hoy”.

Recuerdo a Gaudí

Por otro lado, el arzobispo ha agradecido al arquitecto Antoni Gaudí “haber concebido este proyecto tan maravilloso que une y hace trabajar con esperanza”, así como a las personas que han participado en la ceremonia de esta mañana.

Durante el acto, también se han exhibido danzas y actuaciones populares típicas de la cultura catalana, como sardanas, castells, gegants y capgrossos.