Los Pirineos han tenido uno de los mejores arranques de temporada de invierno de los últimos años, incluso en los anteriores a la pandemia del Covid-19. Las nevadas previas al puente de la Constitución han dejado estampas de postal en muchos pueblos y ciudades de la cordillera, con especial acumulación en el Vall d’Aran y el Pallars Sobirà. De hecho, tanto la DGT como el servicio meteorológico de Cataluña (SMC) han alertado de las condiciones adversas que se pueden encontrar este miércoles durante la operación retorno.
El Vall d’Aran se encuentra en peligro 2 sobre 6 por el SMC desde las seis de la mañana de este miércoles. Esta peculiaridad tiene que ver, en parte, por ser la única región pirenaica de Cataluña que se halla en la vertiente atlántica de la cordillera y de la localización de la borrasca que se extenderá a todos los Pirineos orientales a partir de este jueves. No obstante, estos avisos no coinciden con las condiciones climáticas a los que está acostumbrada y preparada la comarca, según el Conselh Generau d’Aran.
Sin problemas en el valle
El conselhèr de Economía, Turismo y Promoción Económica de Aran, Juan Antonio Serrano (UA), asegura que la operación retorno no supondrá un problema en el territorio porque “somos un país de nieve y estamos preparados para este tipo circunstancias meteorológicas”. De hecho, el dirigente de Unitat d’Aran apunta que estas informaciones proporcionadas por la DGT o el meteocat “perjudican muchísimo” a las comarcas pirenaicas que viven de este tipo de turismo invernal y del esquí alpino y nórdico.
“Quizás es algo exagerado alarmar o inducir a que la gente no salga de casa”, remarca Serrano respecto a la nieve en el valle. Las carreteras que se vertebran desde Vielha hacia Francia y el túnel que conecta con Aragón y la Alta Ribagorça se encuentran, por el momento abiertos y sin afectaciones por aludes, dado que tanto Generalitat como el propio Conselh Generau d’Aran cuentan con las infraestructuras de asfalto preparadas para nevadas, circulación continua de máquinas quitanieves y sal en todos los núcleos de población. “Nunca he visto a nadie que no pueda entrar o salir del valle”, sentencia el conselhèr.
Ocupación prepandemia
Este año se han dado circunstancias “extraordinarias”, según Serrano, debido al puente de cinco días, al caer los festivos en lunes y miércoles; las fuertes nevadas una semana antes y la flexibilización de las restricciones Covid frente al año anterior han provocado unas “ocupaciones elevadas”. Esta tónica de la que habla el conselhèr ha sido generalizada en la mayoría de los Pirineos de Cataluña, que han dejado colas kilométricas este martes en zonas de la Cerdanya, el Ripollès y el Berguedà para volver a Barcelona.
El alto grado de ocupación, que en el Vall d’Aran ha sido incluso mejor que en 2019, según las primeras informaciones, es el desencadenante de la alerta de los organismos de tráfico y meteorológicos para la operación retorno de este miércoles. No obstante, aunque se prevén largas colas en las entradas y circunvalaciones de Lleida y Barcelona, desde el Conselh Generau d’Aran recalcan que no será a causa de la nieve o las ventiscas, y que en caso de que fuera así, se daría en cotas más bajas, donde la previsión local para hacer frente a este tipo de fenómenos no es tan común.
Los Pirineos catalanes al completo entrarán en alerta 2 sobre 6 de nieve a partir del jueves al mediodía. Esto implica que no afectará a la operación retorno de mañana, aunque se prevé que las nevadas se produzcan en cotas desde los 600 metros en el Prepirineo. Desde el gobierno de Aran piden a los visitantes del valle prudencia pero normalidad, ante la alarma de los servicios de tráfico y meteorológicos para este miércoles.