Alrededor de unos 28.000 jóvenes sufren algún trastorno de conducta alimentaria (TCA) en Cataluña. Se trata de un grupo de trastornos mentales que se se caracterizan por alterar la forma de pensar, sentir y comportarse en relación con la alimentación, el peso y la figura. Según el Departamento de Salud, estos representan la tercera enfermedad crónica entre las chicas adolescentes de las sociedades desarrolladas y occidentalizadas.
Con motivo del Día Internacional de la lucha contra los TCA, que se celebra cada 30 de noviembre, la consejería de Salud, junto a las entidades y organizaciones que forman parte de la mesa de diálogo para la prevención de estos trastornos, lanzan la campaña Implícate para sensibilizar sobre la necesidad de prevenirlos.
Un 10% de mortalidad en casos de anorexia
Cerca del 5% de la población femenina adolescente se ve afectada por algún trastorno alimentario, mientras que el 11% presenta síntomas de alto riesgo de sufrirlos. La bulimia y la anorexia son dos de los más frecuentes, esta última con una mortalidad alrededor del 10%.
Los especialistas en estos casos alertan de que, aunque afectan mayoritariamente a niños y adolescentes, la incidencia de los TCA se encuentra en aumento entre la población adulta y reconocen que la causa que provoca su aparición todavía supone una gran incógnita. No obstante, sí conocen cuáles son los factores de riesgo que intervienen en su desarrollo y que, por tanto, deben evitarse en la medida de lo posible.
La familia como pieza clave
Los profesionales señalan la familia como una pieza clave tanto en la prevención de estos trastornos como en su acompañamiento para favorecer un mejor pronóstico una vez establecido.
En este sentido, recomiendan hacer al menos una comida en familia al día o influir positivamente desde el ejemplo de los adultos de referencia, pues contribuyen a la “inmunidad” de los jóvenes ante los TCA.
Campaña ‘Implícate’
La campaña Implícate que lanza Salud propone seguir pautas sencillas por parte de las familias para potenciar la protección de sus hijos frente a estas enfermedades, las cuales recoge en una guía que proporciona información y respuestas con las que poder acompañar a los hijos en el abordaje de su trastorno.
Entre otros, esta aconseja las comidas familiares, evitar los comentarios críticos sobre el propio físico y el de otras personas, así como educar a los niños en fomentar el sentido crítico a la hora de consumir contenidos en los diferentes medios de comunicación que existen hoy en día: internet, redes sociales, televisión y publicidad.