"Horror", esta es la descripción más repetida del terrible suceso que ha tenido lugar a primera hora de la mañana en Plaza Tetuán de Barcelona y que ha conmocionado la ciudad. Un incendio en un local ocupado ha provocado la muerte de cuatro personas de una misma familia que pernoctaban en el local. Dos de ellas eran menores de edad, un bebé de un año y otro de tres.
Ha habido también cuatro heridos leves por inhalación de humo, quienes han sido trasladados al hospital de Sant Pau --los más graves-- y al Hospital del Mar. Con todo, no se teme por el futuro de su vida. Las diferentes autoridades y personal implicado en apagar el fuego han explicado que ellos tuvieron suerte en un caso que enciende de nuevo las alarmas por la escalada de la pobreza y el nivel de precariedad que existe en la ciudad.
Aviso por una pelea
Ocho personas vivían en este espacio en unas condiciones "lamentables", explican los vecinos de esta plaza situada en el epidentro de la capital catalana. El local estaba regentado por Evo Banco, una entidad que dejó hace meses Cataluña y cerró todas las oficinas que tenía en el territorio. Antiguamente había albergado una peluquería de barrio, aunque la expansión del grupo financiero propició un relevo que aún recuerdan los que viven por allí.
Por el momento, se desconocen las causas del incendio. Los Mossos d'Esquadra ha abierto una investigación y todos los responsables de los servicios de emergencias se han mostrado muy prudentes a la hora de hablar sobre lo que sucedió dentro del local. Con todo, nadie esconde que el frío de los últimos días y la necesidad de calentar un espacio sin suministros dados de alta al estar ocupado de forma ilegal encajaría con lo que sucedió.
Sin embargo, otros detalles que ya han salido a la luz abren la posibilidad a otros escenarios alternativos. La policía autonómica ha recibido un aviso por una pelea sobre las dos de la madrugada que habría tenido lugar en el mismo inmueble en el que, horas más tarde, se ha originado el fuego. Según las primeras declaraciones del consejero del Interior, Joan Ignasi Elena, y de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, desde el lugar de los hechos, esta situación era algo recurrente. Ambos se han acercado a plaza Tetuán para conocer los detalles de la operación. La primera edil de la ciudad ha manifestado que los ocupas no eran “el tipo de familia que pide ayuda a los servicios sociales”, y ha asegurado que desde el Ayuntamiento se pusieron en contacto con ellos para tratar de ofrecerles ayuda desde los Servicios Sociales. Ha reconocido que ya tenían bajo el radar a la familia para poder abordar la situación de precariedad que vivían. De hecho, el pequeño en edad escolar acudía a un centro público de la ciudad.
Gritos de socorro
Los Bomberos han recibido el aviso del inicio de las llamas sobre las seis de la mañana. Ha sido una testigo que pasaba por delante del local la que ha dado la voz de alarma. Ha explicado que se veían llamas y mucho humo en un espacio que se veía ocupado. De forma paralela, vecinos del edificio --situado en el número 30 de Tetuán-- han llamado a los servicios de emergencia. "A las 5:45 horas, mi mujer ha detectado olor a quemado y, al abrir la puerta del patio, hemos visto mucho humo negro y hemos escuchado gritos de varias personas diciendo que estaban atrapadas", ha explicado uno de los residentes.
Cuando los agentes han llegado, han podido acceder por el piso del vecino que les había avisado. En ese momento, el fuego ya estaba “muy desarrollado”. Cuatro personas se encontraban confinadas en un patio interior de la planta subterránea y los han podido rescatar. La familia no ha podido abandonar el local y los bomberos tampoco han podido proceder a su rescate por el estado de las llamas. El trágico final es conocido.
Múltiples denuncias
Otro vecino ha explicado a Crónica Global que estas personas ocupaban el local desde enero de 2020. Entraron allí cuando estalló el temporal Gloria. Los cuatro fallecidos eran una familia formada por los padres --un hombre y una mujer de unos 40 años-- y dos menores, de un año y de tres. Según explica, dos de los heridos eran pareja y los otros dos se desconoce qué relación tenían con el resto de los residentes allí.
El testigo ha relatado que todos se dedicaban a “recoger y vender chatarra”. Defiende, asimismo, que los fallecidos eran “una familia normal” y “educada”, aunque a veces “sí que se les escuchaba discutir”. Explica que se intentaban integrar en el barrio y, de hecho, en ocasiones entraban a la cafetería donde él trabaja y que está situada al lado de donde han ocurrido los hechos. Estas palabras coinciden con la de otros residentes del bloque. "Tenían una relación cordial con los vecinos, pero entre ellos sí que había tensiones que generaban incomodidad entre nosotros", relata.
Ocupado desde 2019
El local fue ocupado por primera vez en 2019 por otro grupo de personas que iban "rotando". Los vecinos llevaban tiempo denunciando la situación. De hecho, un vecino habla de unas "63 denuncias" y otro comenta que "desde el ayuntamiento nunca se ha hecho nada" para resolver la situación de pluriocupación del inmueble.
Otro vecino que lleva reside desde hace tres años en un portal cercano al local ocupado explica a este medio que sus noches eran un "infierno" porque apenas podía dormir. "Nos despertaban gritando como locos y peleándose entre ellos", manifiesta. Carga contra la alcaldesa y el equipo de gobierno municipal por, según su punto de vista, por permitir la ocupación. Asegura que si desde la administración ofrecieron ayuda a los allanadores y estas personas no la aceptaron, "debería haberlos echado de ahí".