Los funcionarios del Centro Penitenciario de Ponent, en Lleida, han estallado después de la última agresión por parte de un interno a un trabajador de la prisión, que ha tenido que ser atendido a causa de las diversas contusiones sufridas. Este episodio de violencia se suma a una larga lista de ataques contra el personal.
El sindicato más representativo en las administraciones públicas, CSIF, denuncia que los funcionarios ya habían alertado del comportamiento de este preso. Se trata de un interno joven, sin arraigo en el centro ni tampoco en la provincia y que cuenta con expedientes relacionados con un mal uso de la medicación que se le suministra en prisión. Hace unos días, el agresor amenazó al personal de enfermería de Ponent con el palo de una escoba y verbalizó que enviaría a algún funcionario al hospital, amenaza que finalmente cumplió.
Pretendía quemar la celda
El sindicato denuncia que, después de haber amenazado al personal, el interno regresó a su celda sin sufrir ninguna consecuencia de tipo regimental ni legal por parte de la dirección. Ante la sensación de impunidad, la escalada de agresividad se fue intensificando hasta protagonizar otro nuevo episodio de violencia contra uno de los trabajadores del centro.
El CSIF explica en un comunicado que el interno, que se encontraba en un estado de alteración por el mal uso de la medicación, amenazó con plantar fuego a su celda e inundó la misma y parte del corredor. Ante esta situación, varios funcionarios intentaron trasladarlo al DERT, el nombre que recibe el área de aislamiento. Fue entonces cuando el preso agredió violentamente al jefe de servicio del módulo propinándole varios empujones, golpes y una fuerte patada.
El tiempo se agota
La agresión se ha producido tan solo un día después de que el César Galván, Director General de Asuntos Penitenciarios de la Generalitat, pidiera a los funcionarios tiempo para poner los medios necesarios para acabar con las carencias con las que tienen que lidiar los funcionarios del centro.
No obstante, la consecución de los hechos ha levantado ampollas entre el personal, que asegura que “no disponen de más tiempo, dado que la situación empeora con cada minuto que pierden”. Además, los trabajadores recuerdan a Galván que durante las festividades navideñas la conflictividad aumenta sensiblemente en las cárceles, por lo que exigen respuestas urgentes e inmediatas para garantizar la seguridad del personal.