Rompiendo el techo de cristal: mujeres emprendedoras que abren camino

Hablamos de techo de cristal como aquellas barreras invisibles que algunas empresas establecen y que dificultan que las mujeres alcancen puestos de responsabilidad en las organizaciones. Para muestra, un botón. Según el reciente estudio Women in Business 2021, solo en el 23% de las direcciones generales en España está al frente una mujer. Si hablamos de las empresas del Ibex 35, solo un 6,1% de mujeres ocupa el cargo de presidente. Además, solo un 29,3% de mujeres forman parte del consejo de administración de esas empresas. 

Un factor que dificulta todavía más algo de por sí ya complicado es la maternidad. No obstante, hay mujeres que sortean todos los obstáculos y llegan a lo más alto de sus organizaciones convirtiéndose en un ejemplo para posteriores generaciones. Hablamos con dos de ellas en el Día de la Mujer Emprendedora, 19 de noviembre.

“Buen equilibrio entre las necesidades corporativas y las humanas”

Una de estas mujeres es Marisa Selfa, CEO de North Sails, firma que "nació en el mar, desarrollando las mejores velas de barco del mundo". Hoy, las colecciones North Sails, reconvertida en firma de moda, tienen un 85% de materiales sostenibles y en el 2022 llegarán al 95%. "Nuestro compromiso es minimizar nuestra huella en el planeta y nos centramos en la protección de los océanos ya que tienen un impacto vital en la vida de todos nosotros y de futuras generaciones", explica, orgullosa.

“En mi experiencia, he tenido la suerte de trabajar en empresas (excepto en un par…) donde las mujeres han liderado con mucho éxito, muy enfocadas en resultados, pero muy pendientes del talento a su alrededor. Las mujeres en general demuestran un buen equilibrio entre las necesidades corporativas y las humanas”, destaca Selfa.  

Marisa Selfa, CEO de North Sails / CEDIDA

Medicina reproductiva

La doctora Juana Crespo es ginecóloga, obstetra española especializada en reproducción asistida con más de 30 años de experiencia. Tras 20 años trabajando de forma exitosa en el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), en 2014 se lanzó al emprendimiento y fundó su propio negocio: una clínica de medicina reproductiva de alta complejidad, que recientemente ha recibido el premio Fertility Care Awards 2021. “Ser médico no es incompatible con el emprendimiento. Así que me puse manos a la obra y lo que al principio era una pequeña clínica a pie de calle, con solo ocho personas en el equipo, ha derivado en lo que hoy es la clínica de fertilidad Equipo Juana Crespo, con un equipo humano formado por más de 100 profesionales, luchando cada día para hacer realidad el sueño de todas las mujeres y parejas que desean ser padres”, señala. 

Enfocada en la recuperación de la fertilidad del sistema reproductor femenino incorporando en el proceso cirugías reparadoras, la clínica de la doctora Juana Crespo cuenta ya con más de 16.000 pacientes tratados con éxito. De hecho, el año pasado logró el nacimiento del primer bebé gestado por una mujer con una prótesis en 3D de cérvix. Se trataba de una paciente con una amputación de cérvix (traquelectomía) que se había sometido a siete tratamientos previos en otros centros, sin éxito. Desde el Equipo Juana Crespo diseñaron la prótesis, se la implantaron y consiguieron que la mujer llevase su embarazo a término.

Dos mujeres en una reunión de trabajo / PEXELS

Mujeres comprometidas

De industrias completamente distintas, a Selfa y Crespo les une, además de ser mujeres y emprendedoras, un gran compromiso que va mucho más allá del éxito de su propio negocio. "Soy una fiel creyente de que las empresas no pueden centrarse en beneficios solamente. Hoy hay que centrarse también en las personas y el planeta. Mi compromiso con este último viene de hace muchos años, cuando trabajé para Timberland y hablábamos de algodón orgánico y plantábamos árboles cuando a nadie le preocupaba. La industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo. Y tenemos la gran responsabilidad de cambiar esta realidad o, al menos, minimizarla", considera la CEO de North Sails.

Para la doctora Crespo, es importante “visualizar el fracaso como una oportunidad para aprender y mejorar", y esa ha sido siempre su maleta, lo que he llevado en el bolso. "En cada fracaso he tenido la autocrítica para aprender y el ánimo para no vencerme y para tener claro el motivo más importante, que no es otro que ayudar a esa pareja o mujer a dar vida y a cumplir uno de los proyectos vitales más importantes: traer un bebé sano al mundo. Mi profesión es un recorrido emocionante por la dureza. Sentirte responsable del bienestar de tus pacientes es duro y sabes que tienes la posibilidad de ayudarles, pero es posible que no puedas conseguir lo que a ti te importa casi tanto como a ellos. Yo me quedo con mi camino, yo nací para ser madre y ha sido un privilegio ayudar a 40.000 madres. Me llevo la maleta de la responsabilidad, pero tengo el premio de la alegría. Y la alegría de haber podido ayudar a muchas mujeres no tiene parangón", concluye.