El juicio por la violación de tres menores tuteladas por la DGAIA, previsto para este martes, se ha suspendido después de que uno de los dos acusados se haya dado a la fuga.
La jueza que instruye la causa ha decidido suspender la vista, por segunda vez, ante la ausencia de uno de los implicados, al que ha declarado en rebeldía. El sujeto, que ha sido citado ya en dos ocasiones, se encuentra en paradero desconocido desde verano.
Evitar la repetición de un juicio
La razón de esta suspensión no es otra que evitar un mayor sufrimiento a las víctimas. En caso de que se produzca el juicio y se emita una sentencia contra el otro acusado, que ha comparecido junto a su letrada, si el fugado apareciera tendría que celebrarse, de nuevo, el proceso judicial. Esta vez el juicio sería solamente en su contra, con el perjuicio que eso comporta para víctimas, testigos y peritos, que serían llamados a declarar de nuevo.
“Cuando la pena es menor a los dos años de prisión no es necesario”, ha explicado el abogado de la Generalitat, “pero en estos casos sí, todo el mundo tiene derecho a un juicio justo y no puede ser condenado sin haber sido juzgado previamente”.
Las violaron en una “okupa”
Los hechos sucedieron en 2016, mientras las menores estaban a cargo de la DGAIA. El escrito de la fiscalía recoge que las tres niñas se escaparon del centro de acogida en el que residían y decidieron entrar en una casa okupa, frecuentada habitualmente por los dos acusados. Allí, las menores bebieron alcohol y fumaron marihuana durante toda la noche.
En un determinado momento de la madrugada, los acusados, aprovechando que las menores se encontraban en un estado de semiinconsciencia, las agredieron sexualmente, agarrándolas con fuerza e intimidándolas. El escrito recoge que ambos llegaron a decirles que no gritaran o la policía las devolvería al centro de acogida del que se habían escapado. Por estos hechos, el fiscal solicita 38 años y 6 meses de prisión para uno y 40 años y 6 meses para el otro.