El colapso que sufre la sanidad pública desde la llegada del Covid-19, sumado a la crítica situación que ya vivía el sector desde los recortes, frustra a miles de ciudadanos en todo el país. Por ello, cada vez son más los que optan por contratar un seguro médico privado. Según datos de la Fundación IDIS, España batió récord en 2020 al alcanzar 11.056.850 asegurados, casi medio millón más que el año anterior, una cifra que representa una subida del 4,4% --la mayor en los últimos diez años--. Fuentes del sector indican que la tendencia se ha mantenido en lo que llevamos de 2021, hecho que propicia que la crisis epidemiológica sume casi un millón de usuarios de seguros privados.
El 23,4% de los españoles acabaron 2020, el último año con cifras consolidadas, con una póliza de salud, pero Madrid y Cataluña se encuentran por encima de la media con un 36,7% y 31,8%, respectivamente. Estos datos preocupan al conseller de Salud, Josep Maria Argimon, que sostiene que este dato ha crecido siete puntos porcentuales en el territorio catalán desde 2017, cuando era del 25%. Así lo manifestó en un almuerzo informativo de Europa Press de la semana pasada, donde señaló que este incremento podría ser un síntoma de que el sistema público ya no puede atender adecuadamente a buena parte de la ciudadanía.
Demanda acelerada por el Covid
A la espera de que finalice el ejercicio en curso, el director de desarrollo de Negocio Salud de Mapfre, Francisco Calderón, ha confesado a Crónica Global que “hay factores coyunturales muy evidentes derivados de la pandemia que han acelerado la demanda de seguros médicos”. Explica que usa el término “acelerado” porque la tendencia de crecimiento ya venía de antes, pero la “incertidumbre” que vivimos desde el Covid-19 “ha acelerado el proceso de compra”.
Este es el caso de Sara, una joven que contrató una cobertura sanitaria con SegurCaixa Adeslas en cuanto terminó el confinamiento total del inicio de la epidemia. “Si no estabas muy grave, en aquel momento solo te atendían telefónicamente y la atención en la sanidad pública comenzó a ser más deficiente”, expone. Por tanto, como quería tener la posibilidad de asistir al médico si se encontraba mal y conseguir cita con cualquier especialista sin necesidad de entrar en una lista de espera de varios meses, tomó una decisión que antes no le preocupaba tanto. “Como me lo puedo permitir, prefiero pagar y dejar más libre la sanidad pública para aquellos que no tengan acceso a la privada”, concluye.
Interés por lo barato
Calderón reconoce que hay clientes que, como Sara, van a permanecer asegurados en una mutua tras animarse a dar el paso impulsados por el Covid, pero también es consciente de que otros serán “temporales y circunstanciales”. Aun así, en Mapfre prevén que “la mayoría de asegurados mantendrán algún tipo de cobertura”, pues se muestran convencidos de que el negocio de los seguros de salud va a mantener su crecimiento incluso después de esta etapa de crisis sanitaria.
Desde la correduría de seguros Grupo Galilea también reconocen la existencia de una mayor demanda de este tipo de pólizas y haber aumentado la cartera de salud. No obstante, destacan que la mayoría de clientes nuevos van a lo más barato. “Ahora hay un interés generalizado, pero la gente no pregunta nada más allá del precio”, apuntan fuentes de la empresa, desde donde recuerdan que hay que valorar muy bien las distintas opciones.
Auge de la atención telemática
Una de las cosas que más echan en falta aquellos que no disponen de una mutua y han acudido a centros públicos durante la pandemia es la presencialidad, que se eliminó para evitar aglomeraciones de pacientes y frenar los contagios, pero todavía no ha logrado recuperar la normalidad preCovid. En este sentido, el director técnico de la correduría de seguros CINC, Albert Ramón Riera, ha reconocido a este medio que “la pandemia ha ayudado a la contratación de pólizas de salud, principalmente las que incluyen consultas a distancia”.
Se refiere a todo tipo de servicios de atención telemática --videoconferencias, llamadas telefónicas o incluso diagnósticos mediante fotografías-- que se potenciaron durante las etapas de mayor incidencia del virus, en los que se restringía la movilidad. “Esta solución permite hablar en primera persona con el médico, ya sea el nuestro habitual o uno de urgencias, por lo que la mayoría de aseguradoras ofrecen ahora esta alternativa sin detrimento de la visita personal si fuera necesaria”, añade el ejecutivo.
“Las consecuencias de los recortes”
Aunque es evidente que la pandemia ha tenido un impacto directo en el incremento de población con una mutua sanitaria, desde Metges de Catalunya también atribuyen este hecho a los recortes. El doctor y secretario general del sindicato, Xavier Lleonart, ha explicado a Crónica Global que el Covid “ha agravado las carencias del sistema sanitario público y ha consolidado las consecuencias que arrastramos desde hace diez años”. Y es que, según él, la pandemia ha perpetuado una situación que sufre un sector con un volumen de trabajadores muy por debajo de lo que tocaría y con infrafinanciamiento.
En esta línea, desde el sindicato reclaman más recursos al Govern para el departamento que dirige Argimon, al que advierten que “si realmente le preocupa la salud, debe inyectar más dinero, contratar personal y retener el talento” para que los profesionales trabajen en las condiciones “adecuadas” y la calidad asistencial sea “evidente”.
La atención primaria sigue congestionada
Asimismo, Metges de Catalunya defiende que “el aumento de población con mutua no descongestiona lo que realmente se encuentra taponado, que es la atención primaria”. Y es que, los asegurados en la privada, tienen de todos modos un médico de cabecera al que acuden cuando necesitan pedir recetas o solicitar una baja laboral. Así pues, recalcan que, aunque una parte de la saturación de los centros públicos se debe al coronavirus, “esto no pasaría si no se hubieran realizado recortes”.
Ahora, con el 75% de la población catalana vacunada y el regreso a la normalidad, en Mapfre han notado que la demanda de salud ha empezado a “estabilizarse”. Aun así, si el interés se mantiene y la gente no se da de baja en estos tres meses, el año podría terminar con un crecimiento similar al que se dio el año anterior. Además, hay que tener en cuenta que la economía de la mayoría de ciudadanos es mejor ahora que en 2020, por lo que las compañías de seguros confían en que esto no cese y se alcance cerca del millón de nuevos clientes desde la llegada del Covid.