Manel Gasch, nuevo abad de Montserrat / CG

Manel Gasch, nuevo abad de Montserrat / CG

Vida

El nuevo abad de Montserrat modera posturas y evita el 'procés'

El padre Manel Gasch elude las denuncias de abusos sexuales y promete acercar el Monasterio a la sociedad y ayudar a los que han sufrido los "efectos" de la pandemia

13 octubre, 2021 11:12

El nuevo abad de Montserrat atempera discursos. El padre Manel Gasch, que hoy será ordenado nuevo máximo prelado del monasterio benedictino, ha evitado las referencias al desafío independentista que hizo en varias ocasiones su predecesor, Josep Maria Soler

En el discurso de bendición, Gasch se ha centrado en los agradecimientos a la comunidad religiosa y a Dios. Se ha adentrado solo en el terreno social para prometer que el Monasterio arropará a los que han "sufrido" las consecuencias de la pandemia del coronavirus. 

"Solidarizarse con los que sufren"

En su alocución en cuatro idiomas --catalán, castellano, francés e inglés--, Gasch ha planteado que la comunidad debe, después de la enfermedad, "ser capaz de dar esperanza a todo el mundo y solidarizarse con los que sufrirán sus efectos". 

En este sentido, el hasta ahora mayordomo-administrador del Monasterio ha avanzado que buscará "acercar Montserrat a la sociedad". Ello con vistas al milenario de la comunidad religiosa, que se celebrará en 2025. "Es una oportunidad de proyectar Montserrat hacia el futuro, aunque no comenzamos esta etapa desde cero". 

Loas a Soler

En efecto, en su jaculatoria ante una nutrida representación del mundo político catalán, el religioso se ha referido a las dos figuras que le precedieron: Sebastià Bardolet --ahora abad emérito-- y al polémico Josep Maria Soler. Los dos devotos son "la memoria viva del timón de la comunidad en los últimos 30 años". 

"Lo hice públicamente --ha continuado Gasch--, pero no puedo dejar de agradecer a Dios y a él mismo los veintiún años del abad Josep Maria. Tenerlo entre nosotros nos da una gran seguridad y confort". 

Un abad muy controvertido

Las primeras palabras de Manel Gasch --que sí firmó un manifiesto por el referéndum separatista en 2017-- como abad de Montserrat se distancian de la posición de líder moral del independentismo que abrazó el religioso que le precedió. Josep Maria Soler se entrometió en asuntos políticos al pedir un referéndum de independencia en Cataluña en 2016; al asegurar que el Vaticano reconocería a una Cataluña independiente o al organizar un rezo por los políticos en prisión por el procés secesionista en 2018, entre otros. 

Tampoco menor fue el escándalo por las denuncias por presuntos abusos sexuales que admitió el propio Monasterio este año. En la diana se situó un monje llamado Gabriel S. Este nombre se sumó al de Andreu Soler, otro religioso fallecido en 2019 del que se alertó de que era un "depredador sexual y un pederasta". Solo este último habría atacado a nueve menores de edad. 

¿Nueva etapa?

La bendición abacial de hoy miércoles podría ser el inicio de una nueva etapa al frente de una congregación que ha sido tradicionalmente una reserva espiritual del nacionalismo catalán. Han acudido al acto religioso el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès; la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera; la consejera catalana de Justicia, Lourdes Ciuró; la directora general de Asuntos Religiosos, Yvonne Griley, y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Nuria Marín

Los dirigentes políticos han asistido al primer discurso de Gasch, a la homilía y entrega de insignias posterior de manos del monje Manuel Nin y al canto del Virolai, el himno dedicado a la Virgen María de Montserrat