El proyecto Pioneers ha puesto sobre la mesa tres sistemas de protección que ayudarían a reducir en un 24% las muertes de motoristas en accidentes de tráfico. Estas soluciones son el fruto de un estudio en el que ha participado Racc, y que ha analizado en detalle más de 1.400 accidentes reales, para entender qué factores generan lesiones más graves. En total, se han testeado tres sistemas principales: un sistema de frenado automático, una chaqueta que incorpora un airbag y un protector para las piernas.
La iniciativa se puso en marcha en 2018 y la lidera un consorcio de 16 socios, dos de los cuales son catalanes: Idiada, especialista en diseño, ingeniería, ensayo y homologación de vehículos, coordinadora del proyecto, y Racc, que ha aportada la visión desde la perspectiva del usuario. Pioneers ha recibido 4,83 millones de euros de financiación de la UE en el marco del programa Horizon 2020.
Conducción más segura
El Pres Cash Braking es un sistema de frenado automático que reduce la velocidad de impacto del motorista en 15 km/h en caso de accidente. El problema que tiene es que si el usuario no percibe que el vehículo va a frenar, se puede poner en riesgo el equilibrio de la motocicleta. En el caso de un accidente entre una moto y un coche, reduce la mortalidad en un 24%, las lesiones graves un 17% y un 19% las leves. Si en cinco años obtuviese una penetración de mercado del 2%, la administración, una vez restados los gastos para promocionar e incentivar la tecnología, obtendría un retorno favorable de 51 millones de euros.
Las chaquetas con airbag integrado reducen las lesiones al proteger el tórax del conductor de la moto. La mortalidad desciende un 8%, las lesiones graves un 12% y un 4% las leves. En este caso, el retorno económico para la administración sería de 10 millones. Finalmente, los airbags laterales contribuyen a reducir en un 78% las lesiones graves, y permiten un retorno favorable de cinco millones de euros.
Protección cuerpo a cuerpo
El estudio también ha evaluado sistemas de seguridad pasiva, los que ayudan a reducir el impacto de las lesiones. Entre ellos están las chaquetas mejoradas, con tejidos resistentes y ligeros, un casco especialmente diseñado para mejorar la protección en los puntos de más impacto o unas botas con protección adicional en el tobillo, mas transpirables y ligeras. Finalmente, un protector de piernas que incluye defensas de foam que protegen las piernas cuando se circula por ciudad.
La utilización e implementación de todas estas medidas ayudaría a salvar vidas. Es por esta razón que los participantes en el proyecto Pioneers reclaman seguir invirtiendo en la puesta en marcha de estos elementos para reducir accidentes. En la misma línea, consideran que hay que realizar cambios en las pruebas de homologación de los sistemas de seguridad, para que se adapten a la realidad de los accidentes e incentivar la promoción de estas alternativas de seguridad entre los conductores.
198 fallecidos
En la presentación de las conclusiones del estudio ha participado el director de la DGT, Pere Navarro, que ha informado de que, hasta septiembre, 198 motoristas han perdido la vida en un accidente de tráfico, con una reducción este verano del 30% en el número de siniestros. La mitad de los accidentes se producen por salidas de la carretera y el 21% por choque frontal. En el 56% de los casos están implicadas motos antiguas, entre otros datos que justifican la necesidad de implementación de estos mecanismos de seguridad.
Por su parte, Ramon Lamiel, director del Servei Català de Trànsit, ha explicado que en los últimos años la reducción de los accidentes ha sido del 39%, mientras que en el caso de las motos únicamente ha sido del 2,5%. La responsabilidad de las administraciones, ha dicho, es “mejorar la seguridad de las carreteras y promover investigaciones para perfeccionar la seguridad vial”.