El calvario de una embarazada que perdió su baja por depresión
Una vecina de Sabadell deja de ingresar la prestación por incapacidad temporal un mes antes de dar a luz
20 septiembre, 2021 00:00Treinta y cuatro semanas de embarazo, un diagnóstico de depresión y ninguna ayuda pública. Esa es la situación de Lorena Escalante, una vecina de Sabadell (Barcelona) que ha perdido su baja laboral 30 días antes de dar a luz.
Según ha relatado la mujer a Crónica Global, desde el pasado febrero percibía una prestación por incapacidad temporal por parte de la Seguridad Social. La empresa para la que trabajaba como limpiadora finalizó su contrato ese mismo mes, pero al haber obtenido antes la baja pudo acceder a la ayuda, que se le descontaba del subsidio de desempleo por haber estado cotizando durante un año y ocho meses.
Dada de alta sin saberlo
Todo transcurrió con normalidad hasta que en agosto dejó de recibir el ingreso en su cuenta bancaria. "A principios de septiembre comprobé que no entraba la cantidad de la Seguridad Social. Me puse en contacto con el ambulatorio y me enteré de que me habían dado de alta el 1 de agosto", cuenta sorprendida.
Lorena estaba siendo atendida en el CAP La Serra, ubicado en el barrio de Torre-Romeu de la localidad vallesana. Acudía con regularidad al equipamiento debido a su embarazo, e incluso afirma que se hizo un análisis de sangre en agosto. "En ningún momento se me dijo que tenía que avisar con tres días de antelación, avisando de que seguía viva", asevera.
"Episodio de mala suerte"
Este medio se ha puesto en contacto con el centro sanitario para recabar su versión de los hechos. Un portavoz ha asegurado que el incidente se debe a que la afectada no comunicó con antelación al fin de su baja su situación personal al ambulatorio. Al no hacerlo, se inició un proceso administrativo que concluyó en el alta de la embarazada y, por tanto, en el vencimiento de su prestación. "Ha sido un episodio de mala suerte", reconoce este interlocutor.
Sin embargo, la mujer no sabía que debía seguir este procedimiento. "A lo largo de la baja tuve entrevistas telefónicas para hacerme el seguimiento. Cuando pasó todo esto me acerqué al CAP y me tiré más de una hora esperando al médico, para saber qué había pasado y cómo era posible que me hubieran dado de alta", explica.
Búsqueda de una solución
Este episodio no ha ayudado a mejorar el estado de ánimo de Lorena. "Me encontraba mejor, pero esto me ha afectado. He tenido pérdidas de peso, nerviosismo", expresa. "No ha sido lo mejor que me pase esto ahora", añade la mujer, cuya pareja sentimental sí se encuentra empleado.
El CAP ha expedido a la embarazada una baja por recaída, para que pueda retomar la transferencia que perdió tras su alta. Aun así, fuentes consultadas por este medio ven difícil que pueda recuperar el tiempo que ha corrido sin la ayuda pública. Un calvario personal que espera que resuelva antes del próximo 26 de octubre, cuando está previsto que entre en la sala de partos.