Lucía Caram afrima que exobispo de Solsona "es una persona que no está en sus cabales"
La monja exige a Novell que "reconozca el mal que hizo" con sus posturas radicales y le acusa de "desequilibrado" tras colgar los hábitos
8 septiembre, 2021 11:07La monja dominica Lucía Caram ha reclamado al obispo ahora emérito de Solsona, Xavier Novell, al que califica de "desequilibrado" y de "juguete roto", que reconozca el daño que ha causado y que "pida disculpas porque son muchos los que se sintieron heridos, traicionados y maltratados por sus posturas, salidas de tono y extremas". Reflexiona sobre la renuncia del obispo al filtrarse que mantiene una relación con una escritora de novelas eróticas en una polémica carta que publica Religión Digital . "Estamos ante el desenlace, creo yo, de un desequilibrio que ha ido in crescendo y quiero pensar, de la inconsciencia de una persona que no está en sus cabales", sentencia.
La monja considera que la decisión de Novell de colgar los hábitos no se trata de un debate sobre el celibato y del hecho que el religioso se haya enamorado de una mujer, "aquí hay mucho más y es peor". Afirma que es fruto del "daño que ha causado a mucha gente con determinadas prácticas como las de conversión de homosexuales”. Recuerda que el Papa Francisco está absolutamente en contra de estas terapias, a las que considera "terribles y agresivas, destructoras y que no las quiere en la Iglesia".
Desequilibrado emocional
La religiosa confiesa que está asiste con "dolor, perplejidad, sentimientos contradictorios y, sobre todo, con tristeza a lo que esperemos sea el final de un culebrón que desgraciadamente todavía nos dará algunas entregas de capítulos cada vez más escabrosos y absurdos". Caram considera que la renuncia de Novell tiene "dimensiones increíbles" y que el obispo ahora emérito está "envuelto en una cascada de despropósitos". En la misma línea, reconoce que el eco mediático del asunto "va cargado de inquietud y turbación" a muchos fieles que están "heridos, decepcionados y traicionados en su fe y en su confianza".
En relación a la personalidad de Novell, Caram asegura que la “percepción de muchos era que no gozaba de salud mental manifiesta ni de mucho equilibrio emocional. Cabía esperar en cada aparición suya la defensa de un extremo o del otro, y pasar de uno a otro sin saber ni cómo ni por qué". La religiosa asegura que no se está ante el caso de un “obispo que se dejó seducir por una mujer en el que, una vez más, aparecería la mujer como culpable del pecado y el celibato como la causa más profunda". Caram agrega que tampoco es un “pobre hombre al que no le dejaban ser libre y se cansó de que le hicieran callar, y que pasó de un extremo a otro pregonando las tesis más contradictorias, defendiendo lo uno y, luego, todo lo contrario".
“Juguete roto”
La monja secesionista expone que no se trata de una “mujer seductora que le comió el coco”. Tampoco se trata de un “obispo perseguido por el episcopado, ni de aquel al que no le dejaban ser él mismo y que se sintió solo”. Caram afirma que se está ante una “cadena de despropósitos que no son responsabilidad ni de las que es culpable la Iglesia". Un ejemplo de la forma de proceder de Novell es que “echó de las misas a las jovencitas que iban con minifalda" pero luego "subía sus fotos en su Facebook".
La religiosa llama a olvidar a las “pérfidas mujeres tentadoras” a las que apelan sectores enfermos de la sociedad para justificar su decisión. Es por ello que exige a Novell que reconozca el "daño que hizo y, si es posible, pida disculpas” porque son muchos los que se sintieron “heridos, traicionados y maltratados por sus posturas, salidas de tono y extremos, incluidos aquellos a los que en las terapias patológicas de conversión hirió profundamente". Lucia Caram concluye que el obispo emérito es un "juguete roto”, pide oración por su persona y que allá donde vaya “sea fiel al Evangelio”.