SOS de las pajarerías de Las Ramblas: "No hay derecho que las terrazas se queden y nosotros no"
Los paradistas reclaman una salida pactada al consistorio que pase por mantenerse hasta 2028 o negociar una reubicación de los históricos establecimientos
7 septiembre, 2021 00:00Un siglo y medio de historia al borde de la desaparición. Las antiguas pajarerías de Las Ramblas, hoy reconvertidas en heladerías y tiendas de souvenirs, echarán el cierre en pocas semanas salvo si la ofensiva judicial emprendida por uno de sus propietarios logra impedirlo. Xavi Cuenca interpuso ayer un recurso contencioso-administrativo para paralizar la orden de desalojo e intentar abrir in extremis una negociación con el Ayuntamiento de Barcelona.
Si esta demanda no prospera, el próximo 17 de septiembre deberá bajar la persiana de forma definitiva. "Hemos dado toda la vida un retorno social a la ciudadanía. No hay derecho que los quioscos de prensa y las terrazas se queden, pero nosotros no. Es discriminatorio. Se ha hecho un plan especial de ordenación que no cuenta con uno de sus actores y que nace cojo", ha denunciado. La eliminación de los locales se ha convertido en uno de los objetivos número uno del consistorio, que los percibe como un obstáculo para ejecutar la próxima remodelación de la céntrica avenida.
Licencias en orden
Este empresario, nieto de uno de los fundadores de los históricos establecimientos de animales, tiene cinco de las 12 licencias concedidas por la corporación pública. Licencias que, a su juicio, conservan su vigencia. "Si el ayuntamiento dice que están caducadas, que me lo enseñe. Dicen que tengo una licencia de 1971, cuando no es así. Pero si fuera del 71, las licencias en ese momento duraban 99 años y, por tanto, no caducaría ahora. Además, en 2009 se hizo una reforma por la cual dejamos de tener animales. O sea que empezaría a computar desde 2009", argumenta.
Cuenca esgrime tres autorizaciones distintas --una de 2007, otra de 1990 y una última de 1977-- y compara su situación con la de otros negocios emblemáticos: "Te pongo un ejemplo que conoce todo el mundo: el bar Pinotxo. El hombre lleva más de 50 años, a la vista está. el mercado de la Boqueria lleva 180 años. ¿Me están diciendo que el mercado prevarica porque lleva 130 años caducado y el resto de la ciudadanía tendría derecho a optar a estas licencias?". "Por esta regla de tres --añade--, todos los mercados menos Fort Pienc, tendrían la licencia caducada", apostilla.
Petición de diálogo
¿Qué interlocución mantienen con el consistorio? Desde marzo, ni Cuenca ni el resto de propietarios han tenido ningún encuentro con los responsables del Instituto Municipal de Mercados. Este órgano administra los locales y, según un recurso de alzada previo que fue desestimado por la justicia, será el encargado de desahuciar a los paradistas. "Si alguien viene el día 17 y me dice que debo cerrar, le responderé: ¿Tú quién eres?", advierte. "El 16 lo pasaré durmiendo aquí. Con la mano en la cabeza no creo que pasé nada, pero en el corazón me pongo en lo peor".
El demandante espera que su recurso abra la puerta a una salida pactada al conflicto. Hay dos opciones sobre la mesa. Por un lado, permanecer en la vía pública hasta 2028, fecha en que la remodelación de Las Ramblas afectará el tramo en que se encuentran las pajarerías. Por otro, encontrar una nueva ubicación en un mercado municipal para los comerciantes, que no sería la alternativa más deseada para Cuenca, pero sí una "buena solución". "Imploro a la alcaldesa que nos escuche o nos reciba. Hasta ahora no ha habido nada, más allá de tomar esta vía diga lo que diga la ley y sin pensar en las cien personas que trabajan aquí. Por eso hemos tenido que interponer el recurso", lamenta.
Las nuevas Ramblas
Es más: no se muestra en contra de la reurbanización de la avenida. "Me he leído las 15.000 páginas y estoy super a favor. No he presentado ninguna alegación. Además, el proyecto no especifica respecto a nosotros que nos tenemos que ir. Si me dicen que en 2028 debo irme, lo entenderé, pero quiero hablarlo", aclara. En su favor menciona a Itziar González, responsable del estudio que ha rediseñado la vía pública, quien "se ha posicionado a favor de una solución consensuada" entre todas las partes.
La espada de Damocles del cierre pende sobre Cuenca justo cuando la caja vuelve a sonar. El empresario desafectó en mayo a su plantilla incluida en expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), ha dejado de depender del ICO e incluso ha realizado contrataciones adicionales en vista de la recuperación económica. "Este verano ha ido mucho mejor que el anterior, y cada semana ha sido mejor que la anterior", confía. Su padre, José, asiste a la entrevista desde uno de los quioscos cercanos. "Lo más lógico es que si se van a hacer unas obras, que se nos dé un tiempo para organizarnos. No hacemos ningún daño ni estorbamos a nadie como para que tenga que ser una cosa inmediata", afirma este último. "No nos merecemos este final", termina su hijo.