Saber cuál es tu tipo sanguíneo o el de tus familiares es de vital importancia en caso de emergencia, si debe realizarse una transfusión de sangre. Sin embargo, no todo el mundo conoce este dato y, aún menos, cuál es la compatibilidad de su grupo.
No todas las personas pueden donar o recibir sangre de todos los tipos. Es por eso que hay grupos más solicitados que otros. En estos casos, la labor de los donantes es fundamental y salva millones de vidas. Pero antes de tomar esta decisión solidaria es necesario conocer cuáles son los requisitos para hacerlo.
El sistema ABO y factores Rh
Son los azúcares la sustancia que determina el grupo sanguíneo: A, B, AB y O. Existe también una proteína heredada que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos y que toma el nombre de factor Rhesus (Rh).
De este modo, las personas con estos factores en su sangre se clasifican como positivos; mientras que aquellas que no los presentan son negativas y solo podrán recibir sangre de donantes también negativos. Así, los diferentes tipos de sangre son: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-.
Donantes y receptores universales
Dicho esto, quienes tienen el grupo O- se consideran “donantes universales”, ya que pueden dar sangre a cualquier persona. Sin embargo, solo pueden recibir de personas con su mismo grupo sanguíneo, lo que hace que exista una gran demanda de este tipo.
Por el contrario, aquellos con el grupo AB+ son “receptores universales” y pueden recibir sangre de cualquier otro grupo.
Requisitos para donar
La labor de los donantes es fundamental para salvar vidas, pero existen algunos requisitos para poder realizar esta acción solidaria. Pesar más de 50 kilogramos o no haber donado en las últimas ocho semanas son algunos de ellos.
Otra condición es estar dentro del rango de edad que va de los 18 a los 65 años. No obstante, hasta los 70 es posible seguir donando con un informe médico que lo permita.
Buen estado de salud
También es requisito pesar más de 50 kilogramos, pero ¿por qué? El motivo es que las bolsas de sangre están diseñadas para 450 centímetros cúbicos, una cantidad que no se puede extraer a personas por debajo de este peso.
No padecer ni haber padecido enfermedades transmisibles de forma sanguínea es otra de las condiciones. Además, es necesario pasar un pequeño reconocimiento médico que certifique que tu estado de salud es óptimo. En este se toma de tensión arterial, se determina el nivel de hemoglobina y se realiza un cuestionario con preguntas de salud.
¿Ayunar o no ayunar?
Aunque hay quien piensa que se debe evitar desayunar, como sucede con las analíticas, lo cierto es que no solo no es necesario ayunar, sino que es conveniente no tener el estómago vacío. Aunque, atención: las horas previas sí se debe evitar la ingesta de comidas copiosas o grasa, ya que pueden aumentar los lípidos de la sangre y llevar a desechar la donación.
Por último, debe pasar un intervalo mínimo de dos meses entre donaciones. Los hombres pueden dar sangre hasta cuatro veces al año; en cambio, las mujeres solo tres, debido a las pérdidas durante la regla.
Algunos de los beneficios de donar
Además, no solo estarás realizando una labor solidaria que contribuye a salvar vidas, donar sangre también es bueno para tu cuerpo. Entre los princípiales beneficios está el rejuvenecer el organismo, ya que con la extracción se producen células nuevas.
Asimismo, también mejora el flujo sanguíneo, lo que se traduce en un menor bloqueo arterial y, por lo tanto, menos riesgo a sufrir un ataque al corazón y accidentes cerebrovasculares. Pero, sin duda, la mejor de las recompensas es el factor emocional, cuando se avisa al donante de que con su sangre se han salvado vidas.