El fuego que comenzó el sábado por la tarde en la localidad tarraconense de Santa Coloma de Queralt, y que se ha extendido este domingo a la comarca barcelonesa de La Anoia, continúa descontrolado y ha arrasado ya hasta el momento 1.372 hectáreas de terreno, lo cual ha obligado a desalojar a más de 160 personas y a confinar a los vecinos de dos municipios: Sant Martí de Tous y Santa Maria de Miralles.
Las localidades más afectadas han sido las de Bellprat, donde las llamas han calcinado 1.069,5 hectáreas, seguida de Santa Maria de Miralles (168,5 ha), Les Piles (70 ha), Santa Coloma de Queralt (48,5 ha), Sant Martí de Tous (13,5 ha) y Pontils (2 ha).
El peor escenario previsto
Los bomberos de la Generalitat confirmaban esta noche la gravedad de la situación apuntando que se ha cumplido el peor de los escenarios previstos. Durante el día, sus trabajos se centraron en evitar que la cabecera del fuego y su flanco se dirigieran hacia el norte, aunque pudo avanzar en dirección al municipio de Tous. A causa de ello, fue desalojada la urbanización Ca n'Aubereda.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena ha asegurado que los vecinos confinados "no corren peligro", y que habrá vehículos "por si fuera necesario hacer algún tipo de transporte", si bien reconoce que en las últimas horas el incendio se ha complicado, por lo que esta noche será clave el trabajo de los bomberos. Según ha explicado, el empeoramiento de la situación ya entraba dentro de los "cálculos" de los equipos de extinción.
5.000 hectáreas en peligro
Según los bomberos, la gran nube sobre la zona del incendio hizo retirar a zona segura y a recolocar a los efectivos para evitar que quedaran atrapados por las llamas, impulsadas por vientos opuestos. Este fenómeno hizo que, hacia las 20:00 h de la tarde, el fuego avanzara 3,7 kilómetros y 200 hectáreas en media hora.
Por su parte, David Borell, inspector jefe de los Bomberos de la Generalitat, ha explicado que los efectivos del cuerpo trabajarán "con dureza" para confinar el incendio, en un perímetro algo mayor que el de ahora, y ha alertando de que su potencial puede llegar a afectar 5.000 hectáreas.
Una colilla o un chispazo, posibles causas
Respecto a las causas del incendio, el inspector jefe de los Agentes Rurales, Toni Mur, ha precisado que aún no se han encontrado "indicios razonables" para confirmar una hipótesis, aunque todo apunta a que no fue ni por causas naturales ni tampoco intencionado, porque en la zona donde se originó no se han hallado restos de aceleradores de la combustión.
La investigación permanece abierta, sin que por el momento se hayan recabado indicios que sustenten las hipótesis de que el fuego se iniciara por una colilla mal apagada o por "algún problema" de un vehículo que circulara por la carretera, según Mur.
200 efectivos de la UME
Así las cosas, esta noche, un centenar de dotaciones terrestres de los bomberos trabajan para crear ejes de confinamiento del incendio. El operativo terrestre se mantiene, y se le han sumado en las últimas horas seis dotaciones más desplazadas desde otras zonas ya aseguradas. El inspector Borrell espera que la climatología juegue este lunes a favor.
En el dispositivo de extinción, además de los bomberos, también participan 26 dotaciones y más de 200 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército español, las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y 6 medios aéreos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), la Guardia Civil, los Agentes Rurales, los Mossos d’Esquadra, policías locales, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), la Cruz Roja y Protección Civil.
Rebrotes en Ventalló y Torroella de Montgrí
Por lo que respecta al estado de las carreteras, el Servei Català de Trànsit (SCT) informa que permanecen cortadas la B-220 en Santa Coloma de Queralt, la BV-2201 en Bellprat, la TV-2011 en Pontils, la BV-2131 en Santa Maria de Miralles y la C-37 en esta misma localidad y en Santa Margarida de Montbui.
Los bomberos de la Generalitat, asimismo, también continúan trabajando en otros dos incendios forestales en Ventalló y en Torroella de Montgrí, en el Empordà gerundense, que pese a estar en fase de estabilización y control, han tenido algunos rebrotes a lo largo de este domingo por la tarde.