Cultura defiende los festivales: "Su apertura no fue precipitada"

La consejera de Cultura, Natàlia Garriga, ha defendido la celebración de los festivales, dado que el restablecimiento de su actividad “no fue una decisión precipitada" y han cumplido con “todas las medidas que les hemos pedido”. Tras la organización de un evento de estas características “hay un trabajo de meses hasta que se consigue la autorización de Salud”, aunque es cierto que “nos hemos encontrado con una situación epidemiológica complicada". La titular no ha querido aclarar como afectarán las nuevas medidas de contención anunciadas por Aragonès a estos eventos y a la celebración de las fiestas mayores.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Garriga ha valorado que las palabras del consejero de Salud, Josep Maria Argimon, en las que afirmaba que “no era partidario de celebrar festivales multitudinarios en las próximas semanas”, no afectan a la mayoría de eventos programados para este verano “ya que, como se celebran con el público sentado, no hay aglomeraciones”. En la misma línea, ha apostado también por los festivales de “pequeño formato”.

“Contra el avance explosivo”

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, junto a Josep Maria Argimon, anunciaron ayer que el Govern aprobará nuevas medidas para frenar la propagación del virus. Las restricciones se conocerán entre este lunes y mañana, aunque no ha trascendido cuáles serán los sectores afectados.

Sin embargo, las palabras de Argimon sobre los festivales dan alguna pista de por donde podrían ir los tiros. Cabe recordar que desde este pasado viernes el ocio nocturno vuelve a estar cerrado, tras abrir en San Juan después de 15 meses de inactividad.

Crecimiento exponencial

Las medidas que se tomarán se enmarcan en una situación epidemiológica que Daniel Prieto Alhambra, catedrático en Farmacoepidemiológia, ha descrito como de “crecimiento exponencial". En una intervención en la radio pública catalana, ha explicado que la previsión es que “haya muchos más casos”.

Cataluña no tiene el mismo nivel de vacunados que Reino Unido, una realidad que provocará que gente “parcialmente inmunizada” sufra los efectos de la enfermedad. Todo este contexto afectará “a la economía y también al trato de otras patologías” y, de no controlarse, “se convertirá en una pelota de nieve difícilmente manejable".