La jefa de Epidemiología del Hospital del Vall d'Hebron, Magda Campins, considera que "no es prudente" celebrar el Festival Cruïlla o eventos similares que reúnan grandes cantidades de personas, y plantea volver al toque de queda y restringir horarios si no mejora la situación de la pandemia de coronavirus.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Campins ha apuntado que hay que intentar "poner freno" a un incremento "tremendo" de los contagios, que ha admitido que ella no esperaba que fuera tan intenso, y que ya no solo podría afectar más a las hospitalizaciones, sino también propiciar la aparición de nuevas variantes.
Contagios "descontrolados"
"Esta circulación tan descontrolada que no habíamos tenido nunca preocupa porque hace que el virus pueda mutar, cuanto más infecta, más posibilidades tiene de mutar, y si muta a una variante que escapa a las vacunas nos pondrá en una posición más arriesgada", ha advertido Campins.
En este contexto, ha indicado que "no es prudente" celebrar el festival musical Cruïlla --que arrancó ayer jueves y durará hasta este sábado-- ni otros eventos similares, porque, aunque se realicen tests de antígenos, éstos no son 100% fiables y, además, ya se ha observado que en los festivales, los asistentes se van bajando la mascarilla conforme avanza el concierto.
Favorable al toque de queda
"Hay personas muy juntas que gritan y cantan, y esto favorece la transmisión, así que no es prudente realizar este tipo de eventos", ha indicado.
Campins ha planteado que lo que "podría ayudar" a mejorar la situación sería el toque de queda nocturno o restringir horarios de bares y restaurantes por la noche, además de reinstaurar la mascarilla en exteriores, lo que también serviría para "concienciar a todos de que la pandemia sigue aquí".