Tres pasajeros del crucero Grandiosa, de la compañía MSC Cruceros, han dado positivo en coronavirus. El barco está atracado en el puerto de Barcelona. Dos de los jóvenes contagiados son de Barcelona y han sido trasladados a sus residencias para guardar cuarentena, mientras el tercero, de Zaragoza, está recluido en un hotel de la ciudad.

Paul Verdès, uno de los jóvenes barceloneses contagiado por Covid-19, ha denunciado la “falta de medidas de seguridad” en el buque de la compañía italo-suiza. El viajero se ha quejado de que no se cumplía la distancia de social, así como la ausencia de asistencia sanitaria tras conocerse que se había infectado con el virus.

Solo se respetaba la mascarilla

“La única medida que se respetaba con pinzas es la de llevar la mascarilla”, aunque también había gente que paseaba por cubierta sin ella, ha explicado Verdès. Ha citado, a modo de ejemplo, la zona donde se ubica la piscina en el buque en la que “no se respetaba la distancia entre hamacas” o en las mesas adyacentes a las barras del bar.

El contagio se conoció ayer en el último de los controles a los que se somete a todo el pasaje de este crucero de MSC, en el que han viajado más de 2.300 personas durante una semana por del Mediterráneo. El joven se queja también del servicio de restauración estando ya confinados, a la espera de ser trasladado al día siguiente a su casa en Barcelona, como la prestación de agua o comida: “Nos tuvieron bastantes horas sin nada. Desde que hicimos el pedido de la cena hasta que lo trajeron pasaron tres horas y media”.

Desembarco de contactos estrechos

Los contagiados, que Verdès ha denunciado como falta de control y aplicación de las medidas sanitarias por parte de MSC Cruceros, deberán guardar cuarentena junto a otros catorce contactos que han dado negativo.

Estos últimos, como contactos estrechos, tenían previsto desembarcar a las diez de esta mañana, pero pasadas las doce del mediodía permanecían todavía en el buque sin el resto del pasaje, que ya ha abandonado el barco. Según señalan fuentes cercanas, estaban a la espera de un sanitario que no llegaba para poder desembarcar y que les “facilitarían una bolsa con comida”.