El Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat ha iniciado una prueba piloto con dispositivos de seguimiento ocular para asegurar una comunicación "independiente y fluida" de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La neurodegeneración progresiva de las neuronas motoras que conlleva la ELA provoca problemas en la articulación del habla y los movimientos de brazos, manos y piernas en la mayoría de los casos. Debido a ello, la comunicación de estos pacientes se ve "severamente limitada".
Comunicarse con los ojos
Estos dispositivos permiten al usuario comunicarse a partir del movimiento de sus ojos: están integrados por un sensor de lectura ocular y un monitor con un software de Comunicación Alternativa Aumentada (ACC, por sus siglas en inglés) que incluye teclados virtuales, símbolos pictográficos y otros recursos.
El sistema identifica el símbolo, palabra o letra que está mirando el usuario como si se tratara de un ratón de ordenador ocular y lo expresa con un convertidor de voz sintetizada de forma digital. Además de la comunicación oral inmediata, también permite conectarse a Internet, utilizar las redes sociales y seguir clases on line, entre otros.
Próximamente en otros centros
El "elevado" coste de estos lectores oculares y el paquete de software necesario complicaba su adquisición, ya que su precio oscila entre los 3.000 y los 4.000 euros. Sin embargo, en 2019 el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social aprobó la incorporación de estos dispositivos como producto sanitario en la cartera pública de servicios.
Así, el Servei Català de la Salut (CatSalut) acordó iniciar su implantación en el Hospital de Bellvitge y también está ultimando el despliegue de los dispositivos de seguimiento ocular en otros centros sanitarios públicos de Cataluña.