Las praderas de posidonia muestran lesiones graves y permanentes y pueden ver su población reducida si se ven expuestas a ruido de origen humano, según un estudio de la UPC publicado en Nature Communications Biology. En un comunicado este martes, la institución ha detallado que estas plantas experimentan lesiones en sus órganos sensoriales, que gestionan la gravedad, una situación que amenaza su supervivencia.
Los sonidos de baja frecuencia producen alteraciones en los estatocistos de la raíz y el rizoma de la posidonia y los procesos nutricionales de la planta se pueden ver afectados por una disminución del número de granos de almidón del rizoma. Asimismo, se ha observado una degradación en los hongos simbiontes específicos de sus raíces, que mejoran el estado nutricional de la planta.
Impacto en animales
El descubrimiento hecho, según la UPC, "no solo demuestra que las plantas tienen capacidad fisiológica de percibir sonidos, sino que también revela que las fuentes de ruido que se encuentran normalmente en el océano pueden contribuir a reducir sus poblaciones". El estudio también apunta que cefalópodos, anémonas y medusas, pese a no tener receptores auditivos similares, también se ven afectados por los ruidos artificiales.
La UPC ha apuntado que la posidonia "ya se encuentra en un estado de fragilidad por las amenazas de origen humano a causa del uso masivo de los fondeos de las embarcaciones de recreo, que arrancan de cuajo estas praderas marinas únicas". En este sentido, el estudio "señala la necesidad de cuantificar el impacto del aumento de la contaminación acústica del océano en la reducción de las poblaciones de praderas marinas y la pérdida de biodiversidad en el futuro".