Uno de los jóvenes que vivía en los pisos okupados del barrio La Bordeta de Lleida / EUROPA PRESS

Uno de los jóvenes que vivía en los pisos okupados del barrio La Bordeta de Lleida / EUROPA PRESS

Vida

Los Mossos desalojan 12 pisos de alquiler social okupados en Lleida

El desahucio estaba previsto para el 2 de junio, pero una concentración de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca delante del edificio lo evitó

10 junio, 2021 12:20

Los Mossos d’Esquadra han desalojado doce pisos okupados del número 18 de la calle Carrasco Formiguera de Lleida, en el barrio de La Bordeta. El edificio, propiedad de una entidad bancaria, estaba cedido a la Agència de l’Habitatge de Catalunya para destinarlos al alquiler social.

El desahucio estaba programado para el pasado 2 de junio, pero una concentración de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) delante del bloque de pisos evitó que se ejecutara. Aun así, este jueves a las siete de la mañana los agentes han iniciado el desalojo.

Otros pisos siguen okupados

El desalojo de las familias que okupaban el edificio se ha llevado a cabo a primera hora de la mañana. Diez furgones de los Mossos, una ambulancia, una furgoneta y operarios de una empresa de puertas se han desplazado al lugar para llevar a cabo el desahucio. En los últimos días, varios okupas habían abandonado ya el edificio ante la previsión de ser desalojados.

A parte de los doce pisos que ya han sido desahuciados, el bloque tiene otra veintena de viviendas okupadas que la Agència de l’Habitatge alquiló hace tiempo, cuyos inquilinos realquilaron. Ahora, la Generalitat no logra localizar a los titulares del contrato.

Dos años viviendo con miedo

Una de las vecinas del bloque que pagan el alquiler social ha informado ante los medios que los vecinos llevaban dos años quejándose por las molestias ocasionadas por los okupas. “Era gente extraña. Muchas veces llamaban a mi puerta, supongo que era para ver si vivíamos o no para ocupar el piso. Solían preguntar por alguien que no existía", ha expresado.

Acompañada de su hija, ha manifestado que muchas veces, al llegar a casa, ponía la llave en la cerradura con miedo a la hora de abrir, por miedo a que hubieran okupado también su piso.