La joven que perdió un ojo en las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél en Barcelona y la asociación Irídia se han querellado contra el mosso que presuntamente disparó el proyectil de foam que le habría causado la lesión, y también contra el mando de este.
Los querellantes consideran que el agente se encontraba el 16 de febrero en el cruce de las calles Bosch con vía Augusta y que fue el responsable del disparo, mientras que el mando estaba también en la zona y "autorizó, ordenó o en su caso no impidió ni supervisó diligentemente el uso de los proyectiles".
¿Disparos no reglamentarios?
Añaden que se estaba disparando en la parte superior del tronco "poniendo en grave riesgo la integridad física de las personas que allí se encontraban" y lesionando a la joven.
En la querella particular, relatan que aquella fecha, sobre las 20.20 horas, la chica se encontraba en la manifestación, pero "alejada" del grosor de la misma, cuando recibió el impacto de un proyectil en el ojo derecho. Aseguran que, gracias a imágenes y vídeos, han podido constatar que en ese punto se produjeron dos disparos de escopetas y que así lo han corroborado periodistas presentes y otros testigos.
La abogada de Irídia, Anaïs Franquesa, anuncia la querella contra dos mossos por la joven que perdió un ojo en las protestas por Hasél / IRÍDIA
Delito de lesiones
Consideran así que se ha producido un delito de lesiones con la agravante de prevalencia de carácter público dada la pérdida del ojo, y que la responsabilidad tanto del escopetero como de los mandos es "clara". Irídia también sostiene que se ha cometido un delito contra la integridad moral.
La abogada de la entidad, Anaïs Franquesa, ha afirmado que "solo pueden ser dos" los agentes responsables y esperan que durante la investigación se esclarezcan los hechos. La letrada también ha tildado de "incomprensible" que continúe sin ser público el protocolo sobre el uso de balas de foam, que el conseller de Interior en funciones, Miquel Sàmper, dijo que se publicaría.