Mucho se ha avanzado en la lucha por la integración y la no discriminación de personas con discapacidad intelectural. No así en salud mental, donde el episodio vivido el pasado miércoles en el Congreso, en el que un diputado del PP gritó “¡vete al médico!” a Íñigo Errejón en pleno debate sobre salud mental demostró hasta qué punto se trata de un tema tabú. Luchar contra el estigma y la discriminación asociados las enfermedades mentales, que se han incrementado durante la pandemia de Covid, es el objetivo de entidades como Obertament. Las cifras son impactantes: un 82% de los catalanes con una dolencia mental lo esconde.

Miquel Juncosa es director de Obertament, una plataforma que nació en 2010 integrada por los principales agentes sociales dedicados a la salud mental en Cataluña. Su objetivo es luchar contra el estigma y la discriminación.

“La salud mental es un tabú enorme. Muchas personas se niegan a pedir ayuda por miedo a ser discriminadas, no logran superar la barrera de la vergüenza”, afirma Juncosa. 

 

 

Spot de la campaña "Jo tampoc estic bé" / OBERTAMENT

En el ámbito laboral, las consecuencias de ese miedo son muy graves, tanto para la empresa como para el trabajador. “La depresión y la ansiedad son las principales causas de baja por depresión. Los trabajadores nos cuentan que, cuando informan de esa situación, son sometidos a una supervisión muy invasiva. Lo cual da lugar a situaciones absurdas. No pides ayuda, no te atreves a parar, lo cual genera mucha tensión que se va acumulando y, al cabo de un tiempo, cuando ya no puedes más, tienes que pedir una baja de varios meses. La empresa pierde productividad y el trabajador, la salud”, afirma el director de la entidad.

Uno de los informes de referencia en el terreno de la salud mental fue realizado en 2016 por la Universitat Autònoma de Barcelona y Spora Sinergies para Obertament. Se titula El estigma y la discriminación en salud mental en Cataluña 2016 [se puede leer en este enlace] y entre los datos más impactantes destaca que el 82,4% de las personas que tienen diagnosticado un problema mental lo oculta. El informe desvela, asimismo, que el 55% se siente discriminado habitualmente, la mayoría por una sobreprotección y control (51,6%), la evitación y el rechazo (50,7%), el desprecio, las burlas, los nsultos o la coacción (47,4%) y las agresiones físicas o sexuales (11,9%).

Un hombre bajo los efectos de la depresión, para la que se utilizará el primer espray / PEXELS

Obertament, que forma parte de la Global Alliance Against Stigma, un movimiento mundial contra el estigma y la discriminación en salud mental, acaba de lanzar la campaña Jo tampoc estic bé (yo tampoco estoy bien), centrada en los efectos del Covid en la salud mental. Financiada por la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales de la Generalitat, incluye testimonios de personas que explican su situación.

“Me ahogo. Siento miedo por mi madre. Me falta la respiración”, cuenta M., de 43 años. “Necesito proyectar mi malestar hacia una persona de mi círculo. Sé que no soy justo”, dice J., de 60 años. “Me siento culpable por estar mal”, explica M. de 20 años. “la pandemia me ha hecho perder peso y ha salid una anorexia”, confiesa L., de 25 años. La campaña pretende precisamente eso, que quienes sufren algún tipo de problema mental compartan su historia. Un problema que no para de crecer. Según los expertos, una de cada cuatro personas sufrirán a lo largo de su vida una enfermedad mental. Es decir, que todas las familias tendrán que afrontar esa situación.

Imagen de la campaña sobre salud mental y pandemia Jo tampoc estic be / OBERTAMENT

 

Obertament permanece a la espera de que el Govern renueve el convenio que, junto a La Caixa, permite a esta entidad financiarse. La cantidad fue creciendo hasta llegar a los 400.000 euros. Pero el Covid y el cambio de gobierno está retrasando esos ingresos. Miquel Juncosa asegura que hay predisposición por parte de la Generalitat y de la entidad financiera. No obstante, Obertament pidió ayuda a los grupos parlamentarios. Su iniciativa fructificó en la aprobación por unanimidad de una resolución presentada por la exdiputada de Ciudadanos, Blanca Navarro, en julio de 2020 en la que se instaba al ejecutivo catalán a garantizar la continuidad del programa de prevención del estigma en la salud mental.

La web de Obertament incluye un teléfono de prevención del suicidio, el 900 92 55 55.