La fiscalía solicita que se imponga una pena de un año de cárcel y el pago de las costas procesales a un vecino de Reus por un delito de desobediencia grave. El hombre incumplió 11 veces el estado de alarma entre el 20 de marzo y el 10 de abril del año pasado.
El acusado está en situación administrativa irregular, tiene 43 años y fue denunciado repetidamente por los Mossos d'Esquadra y por la Guardia Urbana de Reus por deambular por la calle sin motivo justificado. Todo en un momento en que la ciudadanía permanecía encerrada en su casa y solo salía para satisfacer las necesidades básicas.
“Ciudadano libre”
La primera vez que fue descubierto mientras incumplía las duras restricciones de marzo fue el 20 del mismo mes. Los agentes procedieron a exponerle las medidas que tenía que cumplir de forma obligatoria. El acusado les replicó que, como "ciudadano libre, salía a disfrutar del día". Unas horas después volvieron a denunciarle y, al día siguiente, dos veces más.
Al ser interpelado por la policía el denunciado explicaba que no estaba en su casa porque "no sabía qué hacer encerrado" y que por eso "salía a tomarse algo". En una ocasión el incumplimiento fue tal que los agentes le sorprendieron mientras bebía una cerveza sentado en un banco de forma relajada y despreocupada.