Violencia, matrimonio infantil y embarazo precoz, los devastadores efectos del Covid
La ONG Educo denuncia en un nuevo informe el aumento de las graves desigualdades educativas que la pandemia genera en determinados países
9 marzo, 2021 14:04El coronavirus ha tenido un efecto devastador en la infancia más vulnerable. Al aumento de la brecha educativa y el fracaso escolar, se unen los riesgos de sufrir todo tipo de violencias, como el trabajo infantil, la trata, el matrimonio infantil o el embarazo precoz.
Así lo denuncia la ONG Educo en su nuevo informe Covid 19: Impacto de la pandemia y sus secuelas en la educación [Puede leerse en este enlace] en el que pone en evidencia el impacto desigual que ha tenido la pandemia y que ha afectado especialmente a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. La ONG denuncia que la pandemia ha acelerado las desigualdades en educación que ya existían y la desprotección de la infancia más vulnerable.
En el caso de la educación, Educo considera que el Covid ha averiado el ascensor social que permite la reducción de las desigualdades. Para la entidad, el cierre de las escuelas y las dificultades que ha tenido el alumnado para seguir las clases a distancia suponen "un alto riesgo de incremento de la brecha educativa, el fracaso escolar y el abandono de los estudios" pues "miles de niños y niñas no van a volver a la escuela, y es algo que llevamos meses viendo en nuestro trabajo en el terreno. No han podido seguir las clases porque, en los lugares en los que viven no hay una infraestructura adecuada para que llegue Internet, no tienen los materiales tecnológicos, sus profesores no están preparados para dar clases a distancia y sus familias no pueden apoyarles porque la prioridad es trabajar y conseguir dinero para sobrevivir".
Por eso, Educo pide que, en la medida que las condiciones sanitarias lo permitan "las escuelas permanezcan abiertas para garantizar el acceso a la educación del alumnado más vulnerable que no puede estudiar a distancia”, explica Pilar Orenes, directora general de Educo. La entidad recuerda que un año después de la pandemia, más de 800 millones de alumnos siguen sufriendo las consecuencias de las medidas educativas para paliar la Covid-19, como el cierre de los centros educativos o la reducción del calendario lectivo.
Problemas de alimentación
En el informe también se muestra cómo el hecho no poder ir a las escuelas está afectando a otros derechos de la infancia, como el derecho a la alimentación. Durante la pandemia, 370 millones de niños y niñas dejaron de beneficiarse de los programas escolares de alimentación. “La alimentación es básica para garantizar el desarrollo y el aprendizaje. Para muchos niños y niñas de nuestros proyectos, la escuela es también un espacio en el que se les asegura al menos una comida completa y saludable al día que no tendrían en su hogar. Es el caso de España, donde Educo pudo atender a casi 6.000 niños y niñas a través de su programa de emergencias Becas Comedor en Casa, con el que se pudo asegurar su alimentación durante el cierre de las escuelas”, explica la Orenes.
Otro de los derechos vulnerados durante estos meses ha sido el derecho a la protección de la infancia. Educo recuerda que la escuela es un espacio seguro para los niños, niñas y adolescentes, ya que allí corren menos riesgos de sufrir todo tipo de violencias, como el trabajo infantil, la trata, el matrimonio infantil o el embarazo precoz. “Hemos constatado el efecto devastador que ha tenido el cierre de las escuelas en países como la India. Allí, en el estado de Maharashtra, los matrimonios infantiles han aumentado un 78% y en la zona de Latur los casos se han duplicado. Además, el acceso a los centros y servicios de salud reproductiva pone aún más en riesgo a las niñas y adolescentes, ya que además de obligarlas a casarse, corren el riesgo de quedarse embarazadas a una edad en la no están preparadas ni física ni emocionalmente”, denuncia la directora de Educo.
En otros países, como El Salvador, el hecho de tener las escuelas cerradas propició un incremento del riesgo de ser víctimas de las llamadas “maras” y de sufrir todo tipo de abusos, como violaciones o robos e, incluso, ser asesinados.