El Hospital de Bellvitge de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha realizado “por primera vez en el mundo” una operación a un paciente con un corazón trasplantado que sufría una insuficiencia tricúspide severa. Esta afección en el individuo intervenido se debe a la incompetencia de la válvula tricúspide del órgano que promueve el movimiento del flujo sanguíneo del ventrículo derecho hacia la aurícula derecha.
Para revertir esta insuficiencia, el servicio de cardiología de Bellvitge ha aplicado un sistema pionero en el mundo de doble prótesis valvular cardíaca por vía percutánea. Es decir, a través de la piel. Hasta ahora, las patologías valvulares en corazones trasplantados se habían tratado solo con cirugía abierta, lo que supone un mayor riesgo de mortalidad.
Paciente intervenido
El paciente, de 67 años, recibió un trasplante de corazón hace 21 años. Aunque el órgano “se ha mantenido estructuralmente sano durante todos estos años”, con el tiempo ha desarrollado una insuficiencia tricúspide severa, según ha informado el hospital en un comunicado este lunes.
Su mal funcionamiento hace que parte de la sangre retorne “indebidamente” a la aurícula en vez de ser enviada a la arteria pulmonar, una disfunción que repercute en todo el sistema circulatorio y que puede derivar en una cirrosis hepática o una insuficiencia renal. La enfermedad de la válvula tricúspide es poco frecuente, entre el 20% y 60% de los casos cuando la supervivencia es larga.
Prótesis trasplantada
Los cardiólogos del Hospital de Bellvitge han introducido mediante intervencionismo percutáneo un nuevo tipo de prótesis desarrollado recientemente y ya colocado en corazones no trasplantados, siendo la primera vez que se desarrolla con éxito en el mundo. Esta prótesis consiste en dos válvulas que se sitúan, respectivamente, en la vena cava superior y la vena cava inferior, los dos vasos que suministran la sangre desoxigenada a la aurícula derecha del corazón.
La implantación de la prótesis, que una vez colocada realiza la función de impedir el retorno de la sangre que la válvula tricúspide no puede realizar correctamente, ha sido un “éxito”, según informan desde el hospital. El paciente ha recibido el alta al cabo de tres días.