DomusVi se ha estrenado con polémica al frente del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) de Barcelona. La empresa participada por los fondos de inversión ICG --británico-- y SRS --francés-- ha iniciado la gestión de sus dos lotes adjudicados por el ayuntamiento con problemas de subrogación, falta de material para proteger a las 4.000 empleadas del coronavirus, racaneando horas y con su oficina cerrada.
Lo explican fuentes del sector que, además, aportan documentación para apostillar su versión. DomusVi, por medio de su filial Servisar, cogerá el timón de dos de los lotes del SAD en Barcelona el 4 de enero. A escasos días de que ello ocurra, no obstante, hay malestar entre las trabajadoras --la mayoría son mujeres-- por los primeros compases de la gestión, que ven "precaria".
EPI de una talla, sin oficina y un cuestionario
Las fuentes consultadas han alertado de que la empresa ha entregado equipos de protección individual (EPI) de una sola talla, por lo que algunas empleadas no pueden usarlo. Lo que es más: no pueden ir a cambiarlos a la oficina porque el despacho de Servisar en el paseo de Sant Joan de Barcelona "está cerrado".
Es tal la incomparecencia de la nueva gestora del 50% de la dependencia en Barcelona, el segundo mayor contrato del ayuntamiento tras la recogida de basuras, que ha impartido los cursos de riesgo laborales a distancia, ahorrándose las horas remuneradas a tal efecto. Eso sí, ha anunciado que entregará teléfonos móviles a la plantilla. Lo hará cuando pueda, pues el anterior adjudicatario ha puesto "tantas trabas como ha podido", informan las mismas voces. El efecto es que Servisar debía asumir el servicio en otoño, pero no lo hará hasta el 4 de enero.
Colau prometió municipalizarlo
El polémico estreno de grupo DomusVi al frente de la atención domiciliaria a personas dependientes en Barcelona supone una vuelta de tuerca a un contrato rodeado de polémica. Barcelona en Comú, partido de la alcaldesa Ada Colau, prometió municipalizarlo antes de lograr la vara de edil para su candidata en 2015. Incumplió y prometió a cambio un SAD "más social", para terminar entregándolo a DomusVi, cuya matriz está en el paraíso fiscal de Jersey, tal y como avanzó Infolibre.
La vulneración de las promesas electorales de Colau en Barcelona se suma al hecho de que otros alcaldes del entorno de los comunes, como Lidia Muñoz, munícipe de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), también mantienen privatizado el servicio. Ante ello, la Plataforma SAD Catalunya y el recién creado sindicato SAD de Cuidadoras Municipales piden recuperar "para lo público" estas contratas. Aducen que la externalización genera "precariedad", lo que estaría ocurriendo ahora en la capital catalana.