Los trabajadores del Hospital Santa Maria de Lleida han convocado dos concentraciones los días 22 y 23 de diciembre frente a la sede de la Mútua Intercomarcal en la capital leridana. La plantilla protesta contra la discriminación de los celadores por parte de la aseguradora, que se niega a reconocerlos como personal de riesgo frente al Covid-19.
Magda Fontova, portavoz del comité de empresa, denuncia que la mutua se escuda en la normativa de Seguridad Social para excluir a los celadores o ayudantes sanitarios de la consideración de personal vulnerable. "No tiene sentido. Tienen tanto riesgo como el resto, incluso más. Nos ayudan a trasladar al paciente, a levantarlo para llevarlo al baño y a ayudarnos para hacer las curas. No son solo portacamillas", explica.
90 trabajadores afectados
Este colectivo, que agrupa a cerca de 90 trabajadores, tiene la misma categoría laboral que un auxiliar de enfermería. "La mayoría de sindicatos hemos pedido que recataloguen estos trabajadores no como portacamillas, sino como personal sanitario", destaca Fontova.
Pese a que hace una semana los trabajadores estuvieron cerca de alcanzar un acuerdo, después de que la Seguridad Social suavizara su criterio, la mutua se ha enrocado en su posición. Asimismo, el sindicato recuerda que el decreto de septiembre de la Generalitat recogió que todos los profesionales, tanto sanitarios como sociosanitarios, serían personas de riesgo.
"Una medida denigrante"
"Esto provocará que si les dan la baja, lo harán por contingencia común y no por enfermedad", añade. Además, los celadores quedarán desamparados si en unos años se descubren secuelas permanentes del SARS-CoV-2.
"No sabemos cuáles pueden ser las consecuencias de esta enfermedad. ¿Quién dice que en cinco años no estés enfermo? Por no tener esta consideración, te quedará una miseria como compensación económica. Es denigrante", resume.