Los Mossos d'Esquadra abortaron el pasado sábado dos fiestas ilegales y multitudinarias que varios grupos de personsas planeaban celebrar en dos hoteles de la provincia de Barcelona.
En una de ellas, un hotel de Viladecans llamó a la poiicía catalana al apercibirse que unos treinta jóvenes habían alquilado toda una planta del establecimiento con la intención de celebrar una fiesta. Los empleados del establecimiento observaron que los jóvenes ee concentraron en el pasillo y ante las dificultades para restabcer el orden optaron por peduir ayuda a los Mossos, que denunciaron a los asistentes. Todos ellos fueron expulsados del hotel.
Otra en Sant Boi
Muy cerca de allí, en Sant Boi de Llobregat, la policía tuvo que intervenir también el sábado para disolver otra fiesta. En esta ocasión, pudieron abortarla antes de que comenzara a raíz de una denuncia que avisaba de que un grupo de jóvenes habian alquilado habitaciones contiguas con el propósito de pasárselo en grande en una fiesta clandestina.
El conseller d'nterior, Miquel Samper, explicó los detalles de ambas operacions, que sin embargo no fueron las únicas en las que la policía catalana se vio obligada a intervenir. "Se ha actuado en dos hoteles porque grupos de personas alquilaban muchas habitaciones, normalmente todas en una planta, para celebrar fiestas juntos. El sábado, eso pasó en Sant Boi de Llobregat y Viladecans", declaró Samper en rueda de prensa.
40 denuncias
Durante el fin de semana, Mossos y policías locales interpusieron más de 40 denuncias contra establecimientos por incumplir las restricciones. Al menos, 14 de ellas lo fueron por incumplimientos en las normativas de las terrazas. Además, también suspendieron una fiestas de cumpleaños con nueve personas en un restaurante que superaba el aforo permitido.