El director médico del Hospital Mount Sinaí de Nueva York, Valentí Fuster ha enviado un mensaje optimista y de “esperanza” al calibrar cómo evolucionará la pandemia en los próximos meses, en los que desde su punto de vista se irá ganando la batalla al covid-19 de forma paulatina pero constante. Fuster ha expresado su convencimiento este miércoles de que la vacuna no hará desaparecer inmediatamente el virus, pero está convencido de que la situación mejorará poco a poco después de este invierno y que “en un año o dos, el coronavirus será como una gripe”.
El prestigioso cardiólogo catalán considera que una de las claves por las que este virus ha causado tantos estragos es que “no estábamos preparados por una infección que hiciera vulnerable la población”.
Apela a la resiliencia
Para hacer efectivo un cambio que aleje el rebrote y las olas masivas en la escuela mundial, ha detallado los tres factores prioritarios que son indispensables, que pasan porque “no nos transmitamos la enfermedad los unos en los otros, que haya testing para saber si tenemos o no el virus de forma rápida y también la resiliencia".
En una entrevista en RAC-1, Fuster, que ha criticado a las administraciones por no actuar antes, pese a haberlas alertado de los riesgos de una pandemia global, ha asegurado que la covid “no desaparecerá, pero será como las gripes que tenemos ahora. Quizás llegaremos en un año o dos y estará completamente estabilizado”.
Una tercera guerra mundial
“La angustia debe desaparecer. Me gustaría dar la esperanza de que es algo temporal”, ha dicho el cardiólogo catalán, que ha insistido en que “el virus no desaparecerá de nuestras vidas inmediatamente por la vacuna.” Avisa de que todo el mundo debe tener muy claro que “para que sea efectiva debe proteger al 80% de la población y no podemos depender sólo de la vacuna, es sólo otro escalón”.
Según Fuster, la humanidad está afrontando en este 2020 “una tercera guerra mundial biológica”, aunque insiste en ser optimista porque en su opinión lo peor ya ha pasado. “Tenemos que estar tranquilos porque esto irá hacia abajo. Después de este invierno, cada vez iremos a mejor. Tenemos que llegar al próximo verano, que seguro que será mejor que el pasado, y el de 2022 será aún mejor”, asegura.
Crítico con las administraciones
El cardiólogo sin embargo, no está nada contento con la forma de obrar de las administraciones, que no supieron valorar el alcance real de lo que se nos veía encima allá por el mes de marzo. “No quisieron escuchar. Se habría podido evitar esta epidemia si se hubieran puesto en funcionamiento medidas para cortar las transmisiones de una a otra. La preparación para hacer las vacunas se podría haber empezado antes. Hemos perdido tres años”, reprocha el célebre cardiólogo".