Jordi Arasa es el nuevo jefe de los Tedax. El inspector de los Mossos d'Esquadra, condenado a dos años y cuatro meses de prisión por el desalojo de los indignados de plaza Catalunya en 2011, fue, hasta la publicación del fallo, jefe de las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO) en Barcelona.
Una sentencia de la Audiencia de Barcelona, el pasado junio, contra la que Arasa ha presentado recurso de casación ante el Supremo. Pendiente de su resolución, la dirección el cuerpo le apartó de la calle, y ahora será el máximo responsable de los artificeros, según ha avanzado Kit Radio Internacional y han confirmado fuentes policiales a Crónica Global.
Juicio por agresión
Días antes de su condena, el inspector se encontraba de baja por una intervención quirúrgica. Poco después, de su puesto al frente de las ARRO, fue reubicado como jefe del Grupo Regional de Seguridad Ciudadana, indican las mismas fuentes. Este pasado martes, 17 de noviembre, compareció ante la sección 5ª de la Audiencia para testificar en el juicio contra su presunto agresor, durante una protesta en la Ciutadella, por el primer aniversario del 1-O.
Arasa, entonces aún subinspector y al mando del dispositivo, resultó lesionado en barbilla y mano. Según las tesis de Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la Generalitat, su agresor habría sido Adrián Sas, un vecino de Vilafranca del Penedès, que habría golpeado al agente con un palo. Por su parte, el acusado de desórdenes, atentado contra la autoridad y lesiones, mantiene su inociencia.
Condenado por el desalojo del 15M
Fue hace cuatro meses cuando la sección 3ª impuso a Arasa una pena de dos años y cuatro meses de prisión por dos delitos de lesiones durante el desalojo de los indignados en 2011, así como inhabilitación del derecho de sufragio y la suspensión de cargo público durante el tiempo previsto de condena.
El fallo recoge que el mosso tuvo una actuación “injustificada” durante el desalojo, aunque el tribunal le absolvió de dos faltas de lesiones y de un delito contra la integridad moral. Una pena que agentes de base y mandos del cuerpo tildaron de desproporcionada. Y es que, en caso de que el Supremo tumbe su recurso --y que no le concedan un indulto--, el policía tendría que entrar en prisión.
Señalado por los antisistema
Cabe recordar que el inspector, de quien sus agentes destacan su gran implicación, es un mando señalado por colectivos antisistema del entorno de la CUP. "Le han grabado en cada actuación, incluso cuando no ha intervenido y ha tenido que soportar un gran escarnio público", explicaba un efectivo del cuerpo a este medio tras la sentencia. Y es que el entonces jefe de las ARRO también fue condenado por golpear a David Fernández --exdiputado de dicho partido-- durante el desalojo del 15M.
No solo agentes de base mostraron su apoyo al inspector tras el fallo del pasado junio. Mandos del cuerpo, agrupados bajo el sindicato Sicme, manifestaron que la condena ponía "en entredicho" la labor del cuerpo, y que durante el desalojo, Arasa solo cumplía con "su trabajo como responsable de orden público".