Un preso danés se fugó durante un permiso penitenciario y se refugió en Cataluña. Tras la huida, el hombre se instaló en una casa de Manresa, y allí cultivó una plantación de marihuana. Fue el pasado 3 de noviembre cuando los efectivos de Mossos d'Esquadra arrestaron al prófugo, sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura, por escaparse del penal donde cumplía condena por un delito contra la salud pública.
Un dispositivo por el que la policía autonómica detuvo a otros tres hombres más. Dos de nacionalidad sueca y otro británico, acusados de un presunto delito de tráfico de estupefacientes. En el inmueble, una masía abandonada que en su día fue una casa de colonias, los agentes localizaron 350 plantas de marihuana.
Búsqueda policial
Fue a principios de agosto cuando los investigadores recibieron la alerta sobre el probable paradero del fugitivo. Las pesquisas permitieron a los agentes localizar al hombre en una casa de Castellví de Rosanes, pero, al percatarse de la vigilancia policial, este huyó a otra localidad.
Durante los meses siguientes, los agentes volvieron a ubicar al prófugo en la comarca del Bages. Así fue como encontraron una masía aislada en Manresa, custodiada por perros "de raza potencialmente peligrosa", y donde había gran flujo de entrada y salida de personas, lo que les hizo sospechar de una posible actividad ilícita en su interior.
Plantación de marihuana
Así fue. Las tareas de vigilancia permitieron a los agentes descubrir un cultivo de marihuana. Bajo la tutela del Juzgado de Instrucción 4 de Manresa, los efectivos del cuerpo autonómico desplegaron un dispositivo en la finca, que se saldó con el arresto de cuatro hombres, entre los que se encontraba el fugitivo danés.
Tras pasar a disposición judicial, tres de ellos se encuentran en libertad con cargos, mientras el prófugo se encuentra en prisión a la espera de ser extraditado a Dinamarca.