El anuncio de la alta fiabilidad de la vacuna contra el coronavirus analizada por Pfizer no parece haber provocado ningún efecto positivo en los españoles, que pese al optimismo generado en todo el planeta siguen mostrándose reacios a inocularse la doble dosis requerida para que sea efectiva.
Un estudio del Instituto de Salud Carlos III asegura que la mayoría de los españoles no quiere vacunarse porque sólo un 43% estaría dispuesto a ponérsela, a pesar de que es necesario que la mitad de la población se la inyecte para inmunizarse según un informe realizado por Ipsos y el Foro Económico Mundial. Es más, este porcentaje sólo lo supera Francia en todo el continente europea. También la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha avisado de que si la mitad de la población no se vacuna no se alcanzará la eficiencia necesaria.
Demasiadas dudas
Entre las razones por las que se da este alto porcentaje en contra de la vacuna destacan las informaciones contradictorias de los últimos meses referentes a su eficacia, el temor a posibles efectos secundarios y también a las dudas que genera cuánto tiempo mantendrá la inmunidad.
Los expertos hablan de la escasa confianza que genera en nuestro país la efectividad de la vacuna. La rapidez de los ensayos clínicos es la principal causa para no vacunarse, siendo España el primer país a nivel mundial más preocupado en este sentido.
Demasiadas prisas
Seguramente, porque la mayoría teme que las prisas son malas consejeras. Y es que la competición surgida para ver qué farmacéutica y qué país daban antes con la vacuna definitiva ha provocado una gran desconfianza. Hasta el punto de que sólo un 13% se pondría la vacuna “inmediatamente”, según estos estudios. A nivel mundial, en cambio, el 73% de los ciudadanos admite que si la vacuna contra el covid-19 estuviera ya disponible se la pondrían.
A pesar de que España es el país de todo el mundo con menos antivacunas declarados, apenas un 38% lo haría tres meses después de su llegada y, sin embargo, la mayoría de españoles preferiría esperar más tiempo para vacunarse: 6 de cada 10 lo haría en un plazo de un año.