Una ganadera de Ripoll (Girona) ha sido multada por enfrentarse a un buscador de setas. La mujer, que deberá pagar una multa de 480 euros, aparcó su coche en medio del camino particular que lleva a su masía para impedir que el hombre pudiera salir con su vehículo. Para dejarlo pasar, la condenada le ordenó que le entregara todo el material recolectado.

Lo acontecido ha llegado este martes ante la justicia, aunque los hechos sucedieron al anochecer del pasado 29 de octubre.

Los hechos

Rosa María, de 58 años, se encontró con un coche estacionado al lado del camino particular que lleva a su casa cuando regresaba a ésta. La mujer le bloqueó el paso para esperar a su dueño e informarle de que estaba en una finca privada. Al llegar el propietario del automóvil, reconoció a un buscador de setas de Ripoll al que ya se había encontrado en varias ocasiones y al que dijo que si quería salir debía dejar el cesto que portaba.

El buscador llamó a los Mossos d'Esquadra, que se personaron en el lugar y exigieron a la mujer que retirara el vehículo. No obstante, Rosa María se negó. Mientras ella llamaba a su marido desde el interior del coche, uno de los agentes habría aprovechado para esposarla.

Resistencia y desobediencia 

La acusada fue trasladada a comisaría acusada de un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad. Ella se negó a declarar. Rosa María ha vuelto este martes al juzgado acompañada desde el exterior por una treintena de personas entre familiares, agricultores y ganaderos que la han aplaudido y mostrado su apoyo.



Finalmente fiscal y denunciada ha llegado a un acuerdo de conformidad, por el que Rosa María deberá abonar una multa de cuatro meses a razón de cuatro euros al día, sin necesidad de llegar a juicio. Tanto ella como ganaderos de la zona y el sindicato agrario Unió de Pagesos (UdP) han calificado la actuación de los agentes de “desmesurada”.

Convivencia entre el mundo rural y urbano

El coordinador nacional de UdP, Joan Caball, ha señalado  que este incidente muestra la “necesidad de respetar la convivencia entre el mundo rural y el urbano”. La denunciada hace diecisiete años que tiene la explotación ganadera en esta masía y se queja desde hace tiempo de la presencia de buscadores de setas que entran en sus fincas a pesar de estar rodeadas por cable eléctrico.

El sindicato ha recordado que en las últimas semanas se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que respete los espacios agrarios y la actividad agrícola, ganadera y forestal durante la temporada de setas.

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