DIA pierde ocho millones por el bloqueo de los ganaderos gallegos

La protesta de los ganaderos lácteos en Galicia se ha transformado en una pérdida de ocho millones de euros a la cadena de supermercados DIA, tal y como ha reconocido la empresa en un comunicado. Un centenar de tractores mantienen desde el pasado lunes a última hora paralizada las entradas y salidas en el político de Tambre, en Santiago de Compostela, donde se ubica uno de los centros logísticos más importantes del grupo de distribución.

La compañía acusa a las administraciones de “pasividad” de las administraciones ante un bloqueo que consideran que es “ilegal” porque se generó de forma espontánea. La Policía mantiene desde el martes un dispositivo especial en el polígono para evitar altercados entre los ganaderos y los trabajadores.

Actuación de las autoridades

DIA, con todo, reclama que actúe para “terminar con la situación a la que está siendo sometido” el almacén. Indica que “apenas han logrado salir del almacén siete camiones vacíos que han sido revisados por los ganaderos previamente a su salida” para evitar que se reparta leche de marca propia.

Los ganaderos protestan porque la bajada de precios de este tipo de productos no les permite cubrir los costes de producción y la Comisión Europea declina marcar un precio mínimo para su distribución. La solución que ofreció Bruselas es la autorización de un paquete de ayudas económicas extraordinaria de 500 millones de euros que aún no está claro cómo se repartirá entre los socios.

Ataque a un supermercado

Además de bloquear el polígono, los propietarios de la cadena de supermercados han comunicado que este jueves “un establecimiento DIA ha sufrido un nuevo ataque que ha provocado que la compañía haya tenido que retirar la leche de marca propia”.

El número de tiendas afectadas es de aproximadamente 243, 110 de ellas franquiciadas. El grupo manifiesta que “corren el riesgo de desabastecimiento”. Por todo ello, ha anunciado un “cierre patronal”.

Incertidumbre

DIA carga contra los ganaderos y les reprocha el “daño que se está haciendo a otros proveedores y productores locales que trabajan para la compañía, así como a su red de emprendedores franquiciados que sólo en Galicia emplean a más de 300 personas”.