La pandemia del coronavirus también marcará un antes y un después en las relaciones sociales. El estallido de la crisis sanitaria ha reformulado nuestra manera de vincularnos con las personas que queremos... y con aquellas a las que no queremos tanto. Según un estudio internacional realizado por Snapchat, el Covid-19 ha provocado que algunos amigos se unan más que antes, pero también ha incrementado la sensación de soledad.
Un arma de doble filo que queda patente en las cifras del sondeo. En el caso de España, el 66% de los encuestados afirma que utiliza mucho más canales en línea para comunicarse con personas a las que frecuentaban menos antes de la pandemia. Sin embargo, el 43% de los entrevistados asegura que se siente más aislado por no poder ver a sus colegas, y un 27% cree que la distancia social ha debilitado sus amistades. Sensaciones contradictorias que podrían incrementarse si la Administración decide aplicar un nuevo encierro domiciliario como el experimentado al inicio de la crisis.
Un poco de aislamiento viene bien
Dolors Reig, psicóloga social, destaca el lado positivo del aislamiento sobrevenido en marzo: "Fue positivo para algunos, sobre todo los jóvenes, que necesitaban un momento de desconexión". Aunque la terapeuta reconoce que este parón no hubiera sido lo mismo sin las posibilidades abiertas por las redes sociales, las "plazas públicas" del siglo XXI.
De hecho, otro aspecto impulsado por las nuevas tecnologías fueron las ganas de reencontrarse con viejos conocidos. La experta recuerda que los amigos que más marcan nuestra vida los conocemos durante la infancia, aunque los distintos caminos vitales pueden alejarnos de esos compañeros tempranos. Y todo parece indicar que la virus nos ha vuelto más amigables, además de ayudar a acercar distintas generaciones.
Amigos ayer, amigos siempre
Según el mismo estudio, más de un tercio de los encuestados (39%) asegura que sus amistades son más importantes para ellos ahora, y casi la mitad está eligiendo ponerse al día con aquellos con los que hace mucho tiempo que no habla. Las redes están haciendo realidad aquello de "amigos una vez, amigos para siempre".
Los datos de la investigación son coherentes con este empeño. La mayoría de consultados señala que respondería con deleite (35%) o entusiasmo (28%) si un examigo les mandara un mensaje. Tan solo un 10% se mostraría incomodado al recibir una comunicación de alguien con quien perdieron el contacto hace años. Y una cantidad irrisoria se mostraría suspicaz (3%).
La hora de los tímidos
No es solo que las redes sociales nos mantengan vinculados a distancia, sino que profundizan esa conexión. Como las define Reig, son "redes sociables". De hecho, algo que ha constatado Snapchat es que las personas tienden a mostrarse más naturales cuando interactúan a través de plataformas digitales.
A la hora de conversar, los usuarios recurren a elementos fotográficos compartidos (46% de los encuestados) o a algún meme divertido (35%). ¿Pero ese tipo de trato es fingido o real? "Las redes son grandes herramientas para los tímidos y nos vuelven más auténticos", opina Reig. Precisamente por la sensación de confort que procura relacionarse sin la presión del contacto directo --la "incorporeidad", apunta Reig--, aquellos con más dificultades para abrirse encuentran una salida fácil para desarrollar vínculos emocionales.
"El distanciamiento social como oportunidad", resume Reig. "Además, todas las facetas que aportan los filtros y avatares Bitmoji de Snapchat y tantas otras herramientas virtuales nos enriquecen", apostilla.