Una residencia de estudiantes ocupará el solar en que debía de alzarse el lujoso Hotel Drassanes, al que el Ayuntamiento de Barcelona denegó el permiso de construcción en 2017. Esta noticia ha sido confirmada por fuentes municipales, que han comunicado que, actualmente, hay en trámite una licencia de residencia de estudiantes para este emplazamiento.
El consistorio subraya hoy que "el proyecto presentado --la residencia de estudiantes-- se ajusta a lo que permite la legalidad vigente y por eso se está tramitando". Aún así, las mismas fuentes reconocen que "el gobierno municipal hubiera preferido poder desarrollar un proyecto de vivienda asequible, que es lo que necesita el barrio del Raval". De hecho, antes del proyecto de hotel de lujo, el solar fue comprado en 1999 por la gestora de cooperativas de vivienda social de UGT con el objetivo de construir pisos sociales.
El hotel denegado
Fue en el mandato pasado cuando el gobierno de la alcaldesa Ada Colau denegó a la cadena Praktik la licencia para construir un hotel de lujo de 200 habitaciones. La decisión se tomó al amparo de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que declaró nulo a todos los efectos el Plan de Usos de Ciutat Vella de 2013. Este documento permitió concederla, y, en consecuencia, siguió vigente el plan de 2010, el que impedía nuevos alojamientos turísticos en el distrito.
La noticia del nuevo uso del solar no ha gustado a todo el mundo. En rueda de prensa, el portavoz de ERC, Jordi Coronas, ha denunciado la degradación sufrida por este espacio desde que el gobierno municipal denegara la licencia para construir el hotel. Coronas ha advertido que la residencia de estudiantes se podría convertir en "un establecimiento turístico encubierto a temporadas".
Oposición vecinal
Desde la plataforma vecinal Salvemos Drassanes han avanzado que plantean llevar al Ayuntamiento ante los tribunales si el proyecto sigue adelante. Señalan que la licencia a la residencia de estudiantes tendrá "un gran impacto a nivel de densidad de población no residente”.
La pregunta que persiste en las asociaciones de ciudadanos del barrio es si este proyecto es mejor que el hotel de lujo que se prohibió hace tres años.