Iñaki Urdangarin ha solicitado el tercer grado penitenciario. Exige de este modo recibir el mismo trato judicial que el que fuera su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres. El empresario menorquín ya disfruta de la semilibertad que brinda este régimen a pesar de que su condena por los tejemanejes en la sociedad que organizaba eventos relacionados con el deporte sólo es dos meses menor que la del cuñado del Rey.
La Audiencia de Palma castigó con ocho años y medio de prisión a Torres por cinco delitos de corrupción cometidos como corresponsable del Instituto Nóos. Urdangarin, a su vez, fue penado con cinco años y 10 meses. Su exsocio entró en la cárcel de Brians 2 en junio de 2018 y dos años más tarde ya puede salir del centro para desarrollar actividades laborales. Tal y como dicta la calificación penitenciaria que ha recibido, sólo tiene que pasar entre rejas un mínimo de ocho horas diarias.
Demanda de ‘semilibertad’
El marido de la infanta Cristina no ha recibido el mismo trato. De hecho, su demanda de semilibertad ha sido ratificada por la Junta de Tratamiento de Brieva, la cárcel de mujeres donde está recluido por voluntad propia desde 2018. Fue rechazada por Instituciones Penitenciarias y por Fiscalía.
Es el Juez de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid el que tiene la última palabra. Con todo, fuentes jurídicas señalan que el cuñado de Felipe VI tiene complicado que su situación penitenciaria se equipare a la de Torres.
Competencias de Instituciones Penitenciarias
La principal diferencia entre ambos reos es la autonomía en donde cumplen sus penas. El exprofesor de Esade se ha beneficiado de la actitud más laxa del organismo de gestión penitenciaria que depende de la Generalitat. Esta actitud ha copado en varias ocasiones titulares. La primera de ellas fue el tercer grado exprés que recibió Oriol Pujol Ferrusola dos meses después de entrar en Brians 2. Estaba condenado a dos años y seis meses de cárcel al admitir la corrupción del caso ITV.
También recibieron la semilibertad los líderes secesionistas condenados por organizar el referéndum ilegal del 1-O y realizar la breve declaración unilateral de independencia de Cataluña. Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa, Carme Forcadell, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han disfrutado de esta calificación hasta hace pocos días a pesar de que sus condenas oscilaban entre los 13 y los nueve años. Ahora está suspendida y están a la espera de la decisión del Tribunal Supremo, ya que el tiempo pasado en la cárcel contrasta con la duración de las penas.
Urdangarin, sin salidas
El entorno de la defensa de Urdangarin señala que el exduque de Palma habrá cumplido en octubre la pena más importante de la sentencia del caso Nóos, dos años y tres meses. Recuerda que el resto de delitos confirmados no superan el año, incluso algunos llegan a los siete meses.
Los mismos interlocutores aseguran que el reo real sufre un agravio comparativo con su exsocio. Incluso está a punto de vivir de nuevo una reclusión total como hace dos años, ya que puede perder las “salidas terapéuticas” confirmadas en 2019. Es decir, su continuidad como voluntario en el Centro Hogar Don Orione en Pozuelo de Alarcón (Madrid) tres días por semana. Estas salidas ya fueron suspendidas por la pandemia y se teme que en breve se queden de nuevo sin ellas por la situación del coronavirus.
Recurso a su fin de semana libre
Desde el pasado 13 de agosto también se concedió a Urdangarin un fin de semana libre al mes para poder estar con su familia. Así lo decretó el Juez de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid en un auto que ha sido recurrido por la Fiscalía.
Por ahora no ha podido salir de Brieva, ya que el auto sigue en suspenso porque el magistrado no lo dotó de carácter ejecutivo. El próximo permiso ordinario del yerno del Rey no tendrá lugar hasta octubre. Deberá permanecer en la cárcel hasta ese momento.