Los robos, peleas y okupaciones de viviendas se han convertido en un quebradero de cabeza para los vecinos de El Masnou. Vecinos de esta localidad costera cercana a Barcelona denuncian el aumento de la delincuencia violenta en las últimas semanas, razón por la cual planean incluso manifestarse para reclamar soluciones.
En los últimos días se han producido peleas con palos y piedras e incluso intentos de entrar en viviendas por parte de un grupo de jóvenes. Las denuncias son diarias y la presencia de los Mossos d'Esquadra, también. Según Telecinco, algunos de ellos podrían ser exmenas que tuvieron que dejar el centro que había en el pueblo.
Huida por una alcantarilla
En uno de estos episodios, los Mossos detuvieron a dos chicos de 18 años por, presuntamente, robar en un domicilio y esconderse durante horas en el alcantarillado para no ser descubiertos.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, cuando un vecino alertó al 112 de que acababa de sufrir un robo en su casa y que los ladrones habían huido, mientras que otros testigos afirmaron que una pareja atravesó varios patios y huyó a pie por la calle. Posteriormente, los Mossos localizaron a los presuntos sospechosos en un vehículo, pero pudieron huir. Al final, los agentes los localizaron en el alcantarillado y los detuvieron tras fugarse de nuevo. Los dos ladrones quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición del juez de guardia de Mataró.
Colaboración vecinal
La situación ha llegado a tal punto que el ayuntamiento acogió este martes una reunión de urgencia con representantes de la policía local, de los Mossos y de algunas asociaciones de vecinos para buscar soluciones.
El propio alcalde, Jaume Oliveras (de ERC-AM y exmiembro de Terra Lliure), admitió la gravedad del escenario y prometió redoblar los esfuerzos para corregirlo. También pidió colaboración a los vecinos, pese a que estos se confesaron impotentes ante la oleada de delitos y violencia.
Cierre del centro de menores tutelados
Por otra parte, la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) ha cerrado este viernes el centro de acogida para menores migrantes no acompañados de la población barcelonesa, ubicado en el albergue Josep Batista i Roca, que recuperará su función de alojamiento turístico. Según el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, esta acción se enmarca en la estrategia de la DGAIA de abrir centros más pequeños, en muchos casos pisos, que permitan y fomenten una mayor autonomía de los adolescentes y jóvenes en Cataluña.
El cierre se ha llevado a cabo de forma gradual: desde junio se han ido trasladando jóvenes tutelados y este jueves finalmente han abandonado el equipamiento los últimos menores que quedaban.