Una nueva tecnología detecta en qué pacientes funcionará la inmunoterapia contra el cáncer
Un tratamiento de este tipo cuesta alrededor de 200.000 euros y en España se aplica erróneamente a unos 15.000 pacientes
12 agosto, 2020 00:00La inmunoterapia, descubrimiento galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 2018, ya se ha alzado como uno de los tratamientos más revolucionarios contra el cáncer de los últimos años.
Sin embargo, solo entre el 15% y el 45 % de quienes padecen esta enfermedad responden favorablemente a los tratamientos con inmunoterapia, los cuales rondan los 200.000 euros cada uno, por lo que es de suma importancia identificar correctamente a aquellos enfermos a los que se puede aplicar.
El problema es que no existe ninguna técnica adecuada para predecir a qué paciente le resultará útil esta terapia y a cuál no, ni por qué será así.
Este es el cometido de la tecnología desarrollada por la empresa vasca Fastbase Solutions, bautizada como QF-Pro, que permitirá determinar con una precisión casi del 100% en qué pacientes funcionará la inmunoterapia en su aplicación al tratamiento contra el cáncer.
¿En qué consiste?
En palabras del CEO de Fastbase Solutions, Fernando Aguirre, la inmunoterapia funciona “como una especie de vacuna contra el cáncer”.
La evidencia de que el sistema inmunitario interviene activamente en el control de la progresión tumoral es cada vez más evidente. Sin embargo, los tumores malignos desarrollan numerosos mecanismos para evadir su reconocimiento y eliminación por parte del sistema inmunitario.
Así pues, los tratamientos con inmunoterapia ayudan a estimular las defensas del organismo para que identifiquen las células tumorales y las ataquen, dando lugar a curaciones “casi milagrosas”, en palabras de Aguirre. “Cuando es efectiva, esta terapia funciona mucho mejor que una quimio y tiene muchos menos efectos secundarios, te hace sufrir mucho menos”, subraya el CEO de Fastbase Solutions.
Falsos positivos
Según los cálculos de Aguirre, unos 15.000 pacientes de cáncer son diagnosticados erróneamente en España como potenciales receptores de inmunoterapia o todo lo contrario, como pacientes que no deben recibir este tratamiento cuando sí podría serles de ayuda.
“Aproximadamente, el conjunto de los falsos positivos y falsos negativos dan como resultado un 25% de pacientes a los que se está tratando mal”, ha puntualizado el CEO de la compañía, quien recalca así la importancia de predecir correctamente y con precisión los enfermos que pueden responder positivamente a este tratamiento, siendo este uno de los retos principales de la actual lucha contra el cáncer.
Con esto se lograría no solo un ahorro económico para los sistemas de salud, sino también una mejora en el diagnóstico y una mayor seguridad en los pacientes de recibir el tratamiento más adaptado a sus necesidades.
Tecnología QF-Pro
Con QF-Pro se podrá cuantificar en una biopsia biomarcadores que hasta ahora eran imposibles de ver.
Concretamente, esta tecnología determina las interacciones de las proteínas PD-1 y PD-L1, que son un indicador de la efectividad potencial de la inmunoterapia.
Así lo han constatado las primeras pruebas clínicas con hospitales realizadas en Francia, que indican claramente la efectividad predictiva de su test y su superioridad sobre las técnicas actuales.
Además, esta tecnología no necesita un hardware propio y puede ser usada con tecnologías de microscopía ya existentes en hospitales.
El próximo paso será realizar un estudio clínico completo de este ensayo en hospitales como el Hospital de Cruces (Vizcaya) y el de Basurto, en Bilbao, para llevarlo a fase de certificación y poder licenciárselo a una gran farmacéutica.
Financiación en tiempo récord
Fastbase Solutions, fundada por científicos españoles y británicos provenientes del Francis Crick Institute de Londres y del Instituto Biofisika de la Universidad del País Vasco, así como del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado levantar en tiempo récord una ronda de financiación de 600.000 euros a través de la plataforma Capital Cell.
En total, han participado más de 300 inversores, y varios fondos de inversión españoles e internacionales se han mostrado interesados en entrar en el capital de la empresa. Aguirre calcula que QF-Pro podría estar en el mercado en un año y medio, aproximadamente.
Aplicaciones contra la COVID-19
QF-Pro permite cuantificar las funciones e interacciones de proteínas en muestras patológicas con un nivel de precisión sin precedentes, característica que permitiría aplicarla a mejorar los tratamientos de enfermedades mucho más allá del cáncer, como el Covid-19.
Esto puede abrir nuevas vías para el desarrollo de medicamentos específicos, diagnósticos e intervenciones terapéuticas en este campo.
Por ejemplo, esta tecnología permitiría cuantificar las modificaciones postraduccionales (PTM) en proteínas de la superficie de una célula huésped atacada por un virus, así como las interacciones entre las proteínas de la célula huésped y las del virus, lo que permite conocer mejor su forma de actuar en el organismo.