El Govern cerrará la residencia de Sant Adrià con el rechazo de familiares

El Govern va a reunirse para decretar el cierre de la residencia de Sant Adrià de Besòs, intervenida durante la pandemia y contra la que pesa un expediente sancionador, con el rechazo de las familias y el Ayuntamiento, que exigen mantener el centro abierto para evitar el traslado de ancianos. Este centro tiene una capacidad para acoger a 25 personas. 20 de ellas son de financiación pública.

La Generalitat de Cataluña ha investigado a la residencia por infracciones “muy graves”, entre las que destacan falta de dirección técnica y de un responsable de higiene. No obstante, Sant Adrià de Besòs, intervenida durante la pandemia y contra la que pesa un expediente sancionador, con el rechazo de las familias y el Ayuntamiento, que exigen mantener el centro abierto para evitar el traslado de ancianos.

Los familiares, en contra

"Hay muchas incongruencias. Se escudan en que no se puede aislar a los abuelos, pero no es cierto", ha asegurado a Efe Carmen, una de las afectadas. Además, la hija de una de las ancianas señala que "no está pensando en los residentes ni en las familias".

"Hemos hablado con médicos y geriatras y dicen que no es bueno el traslado de pacientes por cuestiones de salud. Muchas son personas con Alzheimer o demencia y no es recomendable", ha aseverado antes de agregar: "Si estuvieran a disgusto, cualquier familiar sería el primero en decirlo".

Medidas desproporcionadas

Por otra parte, Efe también se ha puesto en contacto con los gestores de la residencia de ancianos.  Lara García, la administradora de la empresa que gestionaba el centro, Residencia Sant Adrià, ha asegurado que el cierre cautelar durante cuatro años es "desproporcionado" y, a efectos prácticos, condenará a muerte a la empresa.

"Por eso se ha pedido la suspensión de esta medida, porque estando el centro intervenido, tiene más sentido acabar de aclarar qué ha pasado y qué medidas definitivas debe haber", ha añadido.