‘Ghosting’ y ‘curving’: los depredadores emocionales afloran en las apps para ligar
Los meses de encierro constatan el aumento de dos técnicas de manipulación en internet con las que las víctimas pican el anzuelo para terminar rechazadas sin motivo aparente
15 julio, 2020 00:00La búsqueda de pareja por internet es una práctica cada vez más extendida y, con motivo de la crisis del coronavirus (encierro, distancia social), se ha intensificado. La cuestión es que no solo han aumentado las proposiciones honestas, sino que también han crecido los perfiles de depredadores emocionales en las aplicaciones para ligar. Se trata de aquellas personas que aplican técnicas de manipulación como el ghosting y el curving.
El ghosting y el curving consisten en una manipulación emocional de la “víctima”. Los especialistas aseguran que la persona que los sufre puede ver dañada su autoestima y, en casos extremos, incluso se puede crear una incapacidad para establecer relaciones amorosas. En esta línea, los entendidos en psicología expresan que, a consecuencia del aislamiento social por la pandemia, estas técnicas de manipulación se han extendido
Expansión por el Covid-19
Gabriela Paoli, psicóloga y experta en adicciones tecnológicas, explica que, “con el coronavirus, las personas están más vulnerables y la sensación de soledad provoca que sea mucho más sencillo cazar”. La profesional recalca la palabra personas, porque “el ghosting y el curving no son prácticas exclusivas de hombres, las mujeres también las utilizan, aunque en menor medida”.
Las limitaciones repentinas para socializar han propiciado que las personas hayan recurrido durante estos últimos meses a aplicaciones para ligar con las que aligerar la sensación de aislamiento. Respecto a esto, la psicóloga asegura que “la soledad es la gran epidemia del siglo XXI”. Y recuerda que “estas aplicaciones pueden ser una manera favorable de iniciar una relación, pero se tiene que tener claro que una relación real no se puede construir solo en la red”.
Técnicas de manipulación
¿Pero qué son exactamente el ghosting y el curving? El primero es aquel en el que se llega a establecer una relación virtual donde se genera una confianza y una intimidad fruto de los mensajes intercambiados. Entonces, de un día para el otro, el depredador desaparece sin dar ningún tipo de explicación. Dicho de otro modo, el ghosting consiste en ignorar de repente, y sin causa aparente, a la otra persona, como si nunca hubiese habido ningún tipo de contacto entre los dos.
Por su parte, el curving se podría decir que es la versión más lenta del ghosting. Esta tendencia consiste en comenzar la relación con una comunicación muy dinámica y siempre con la promesa de un próximo encuentro físico. Pero la curva del interés va bajando por parte del depredador emocional, que rechaza de forma muy sutil y casi imperceptible a la víctima, sin que esta se dé cuenta de ello y siga pensando que aún hay posibilidades de una relación amorosa. La cancelación continua de planes y los mensajes esporádicos o esquivos son dos de las técnicas más utilizadas en el curving.
Impacto emocional
Los psicólogos recuerdan que el curving y el ghosting tienen un impacto emocional en las “víctimas” que puede llegar a ser tan grave como para acabar en cuadros de ansiedad o de depresión. Gabriela Paoli define estas técnicas como una “forma de maltrato en el sentido que el depredador social está jugando con la víctima de una manera cruel y esto puede llegar a considerarse un tipo de maltrato psicológico”.
Después de vivir cualquiera de las dos situaciones, la víctima pasa por un tiempo de duelo por una relación que ha acabado repentinamente y sin ningún tipo de explicación del porqué. “Yo he tenido pacientes que han estado meses esperando un e-mail o una llamada, que nunca se ha realizado porque el depredador ya ha acabado su juego con esta víctima”, explica la psicóloga.
La víctima y el depredador
Los dos perfiles de la relación están bastante definidos por los profesionales. El miedo al abandono o la inmadurez emocional son dos rasgos característicos del depredador. Son personas que quizá no tienen ningún éxito amoroso en el cara a cara, pero que por internet es todo lo contrario y su triunfo es rotundo. Gabriela Paoli expresa que puede que haya personas que lo sean de forma inconsciente, pero aun así todos los depredadores acaban compartiendo “una obsesión por la conquista que les permite estimular su propio ego y tener una sensación de éxito”.
Mientras que la víctima, generalmente, es alguien con experiencias de fracaso amoroso o con una sensación de soledad muy grande. Por el hecho de no ver a la otra persona, a los depredadores les resulta más sencillo entablar una relación y que la víctima se sienta cómoda con la otra persona para compartir su vida diaria con esta.