Los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) han culpado este lunes a los empresarios agrícolas de haber creado un "efecto llamada" entre los temporeros, contribuyendo así a la falta de control del coronavirus.
El secretario sectorial de Agricultura de UGT, Emilio Terrón, ha señalado en declaraciones que este año se ha dado un "efecto llamada" todavía mayor al de otras temporadas para la recogida de la fruta en zonas de Aragón y Lleida ante las restricciones a la movilidad que se impusieron en un principio.
Efecto llamada
Ha acusado a los empresarios de pedir hace meses que fletasen aviones con trabajadores del extranjero, entre otros llamamientos que han hecho que muchos inmigrantes se hayan desplazado a esas áreas y hayan terminado durmiendo al aire libre o hacinados en pisos "sin ningún tipo de control".
"Es lo que pasa cuando las cosas no se hacen bien", ha apuntado Terrón, para quien "era de esperar" que ocurrieran brotes como los que han llevado a confinar desde el sábado a unas 210.000 personas en la comarca leridana del Segrià.
Trabajadores sin protección
El representante de UGT ha recordado que determinadas empresas han sido denunciadas por no proteger a los trabajadores del coronavirus, mientras que en otros casos los propios temporeros han acudido a trabajar con síntomas por miedo a que los despidieran.
"Se han juntado trabajadores que van todos los años a la campaña con otros que se habían quedado sin empleo en la construcción o los servicios", ha añadido Terrón.
"Está primando la economía"
El responsable adjunto de Política sindical y sector agrario de CCOO, José Fuentes, ha insistido en que las empresas "se equivocaron al principio diciendo que necesitaban mucha gente" para recoger la fruta y que, en el sector frutícola, "importantes compañías han descuidado los protocolos de seguridad".
Muchos extranjeros en situación irregular han acudido para cubrir la demanda de empleo pero sin papeles y con miedo a que los expulsen, por lo que resulta complicado mantenerlos confinados o bajo control. Fuentes ha señalado que en la zona de Lleida "está primando la economía" por encima de la salud.
30.000 temporeros
Según la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat), en esta campaña trabajan unos 30.000 temporeros o personal fijo discontinuo, empleados que podrán seguir con su labor a pesar de las normas de este confinamiento.
Las tormentas de granizo caídas en la zona en las últimas semanas han reducido las previsiones de las cosechas entre un 30 y un 35 % y, en consecuencia, una reducción del personal necesario entre un 20 y un 40 %, según las zonas.