Los dos acusados por la violación en grupo en marzo de 2018 a una menor de 14 años en Pineda de Mar, Barcelona, han hecho uso del turno de última palabra este viernes en la sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona --que ha quedado visto para sentencia-- para declararse inocentes y asegurar que no fue un acto obligado y que ella "se reía".

Lo han dicho en la tercera y última sesión, en la que la Fiscalía ha rebajado a más de la mitad la petición de penas de cárcel para los dos acusados después de haber escuchado a uno de los forenses que atendieron a la víctima y a los agresores, además de haber visualizado los vídeos.

Agresión sexual

El ministerio público pedía inicialmente 149 años para uno de los acusados y 164 para el otro por un total de 11 delitos de agresión sexual, mientras que en la sesión de este viernes ha rebajado las agresiones sexuales a cinco, además de un delito de pornografía para cada uno.

Por ello, pide 49 años y seis meses para un acusado y 81 años y medio para el otro, y también ha admitido alteración psíquica, de acuerdo con la exposición de los forenses, en uno de los acusados que participó en la violación.

Sin arrepentimiento

A pesar de la petición de condena, la ley prevé que se cumpla un máximo de 20 años por delitos de agresión sexual, pero podrían ser más por el delito de pornografía infantil, por el que la Fiscalía pide siete años y medio para un acusado y nueve para el otro --y para este último la prohibición de acceder a Instagram durante 10 años, la red social que utilizó para difundir el vídeo--.

La acusación se ha sumado a las peticiones de la Fiscalía, pero también ha lamentado que los acusados no hayan mostrado ni un "atisbo de arrepentimiento ni sentimiento de culpabilidad, mientras que ha asegurado que uno de los jóvenes colgó el vídeo en su Instagram y no lo eliminó, sino que fue la misma red social quien lo hizo --al contrario de lo que ha expuesto la defensa del presunto agresor, que ha dicho que el joven fue consciente y borró el vídeo--.

Absolución

Los letrados de los acusados han reclamado una sentencia absolutoria, y uno de ellos ha asegurado que el consentimiento libre es "irrelevante", y que solo se trató de personas que decidieron practicar sexo y buscaron mayor intimidad en una masía abandonada. Han alegado que la menor sentía curiosidad por el sexo a una edad temprana, y que en todo caso accedió al acto y puede ser que luego se diera cuenta de que no le había gustado y eso le provocara el estrés post-traumático que los forenses han apuntado que sufre.

En las dos primeras sesiones del juicio, los dos acusados rechazaron los delitos que se les imputan, y aseguraron que ese día mantuvieron relaciones sexuales consentidas con la menor, de 14 años.

"Asco y miedo"

La declaración de la víctima se reprodujo en un vídeo como prueba preconstituida, y la menor explicó que los cuatro acusados la agredieron sexualmente en una masía abandonada de Pineda, y que al volver a casa por la noche tomó una gran cantidad de pastillas para intentar suicidarse: "Sentí asco y miedo".